El matador de Tomelloso volvió a demostrar el gran momento que atraviesa, firmando una actuación poderosa y entregada que le valió cortar cuatro orejas —dos en cada toro— en medio del entusiasmo del público. Una vez más, Linares se erige como protagonista indiscutible en una plaza donde el ambiente se volcó con su toreo.

Sus compañeros de cartel también dejaron huella. Esau Fernández cosechó una ovación en su primero y paseó dos orejas en su segundo, mientras que el peruano Joaquín Galdós firmó una faena de peso que le reportó igualmente dos apéndices tras silenciarse su primera labor.

La tarde, en definitiva, ofreció emoción, bravura y espectáculo, con un público entregado que supo reconocer el esfuerzo de los tres espadas. Ahora, todas las miradas están puestas en el próximo compromiso de Antonio Linares, el 6 de septiembre en Fuencaliente, donde se espera que confirme la racha triunfal que lo está consolidando como uno de los nombres propios de la temporada.