El apellido Novillo es de origen castellano, poco frecuente y registrado sobre todo en Madrid, Toledo y Ciudad Real.
Según el filólogo Gutierre Tibón, este apellido deriva del sustantivo castellano “novillo”, del latín - novellus-, “res vacuna de dos o tres años”, a través de apodos aplicados a individuos que criaban o vendían novillos, que tenían el ímpetu juvenil de un novillo, etc. Hubo, por tanto, distintas casas solares del apellido Novillo, no emparentadas entre sí.
A mediados del siglo XIII ya encontramos expedientes de hidalguía en Navarra sobre caballeros que portaban este apellido y que habían participada junto al Rey Teobaldo I “el Grande” en la “Cruzada de los Barones” que en agosto de 1239 partió al frente de un ejército cruzado a Tierra Santa, en la que consiguieron obtener para los cristianos Jerusalén, Belén y Ascalón.
Existen dos escudos de armas asociados a este apellido, cuyas descripciones son:
En campo de plata, un pino de sinople terrasado de lo mismo con algunas peñas y dos lobos al natural empinados al tronco.
En campo de gules, tres peras en orden.
Una de las localidades de la comarca donde existe más cantidad de
personas con el apellido Novillo es Quintanar de la Orden (Toledo). De esta
localidad era que fuese sacerdote Juan Gallardo-Velasco Ortiz
(nacido en en 1710); que era hijo del quintanareño Juan Gallardo-Velasco
San Martín y la tomellosera María Ortiz Novillo.
En el término tomellosero nos encontramos con el paraje denominado los Cerros de Novillo (en las primeras estribaciones montañosas del Campo de Montiel), que, geológicamente, como nos indica Lorenzo Sánchez López en “Los Cambios del paisaje en Tomelloso”, responden a “una geología de plataformas del Triásico del Campo de Montiel, con afloramientos de cuarcitas, conglomerados calizos y arcillosos...” En la clasificación general de los Montes hecha en febrero de 1859, este paraje tenía una extensión de 126,70 hectáreas, y la especie vegetal predominante en él era la encina (en su variedad de coscoja o popularmente “chaparro”).
En 1760 nos encontramos en
Tomelloso con la presencia de Don Cristóbal
Muñoz Novillo, Comisario de la Inquisición en Miguel
Esteban, que es destinado a la localidad para iniciar un proceso contra los
sacerdotes tomelloseros Don Sebastián Morcillo, de 56 años, y Don Francisco
Antonio Vara de Rey, de 68 años “sobre casos
tocantes a nuestra fe”.
En concreto, el Tribunal de la Inquisición
quería indagar sobre las declaraciones que algunos
vecinos habían escuchado de los religiosos en
las que expresaban “que
no era culpa el acto carnal de hombre y mujere, teniendo el corazón en
Dios”. Era una aseveración grave porque, por extensión eximía de la consideración de “pecado mortal” a cualquier relación carnal siempre que
la fe en Dios no se perdiese.
Finalmente, en diciembre de 1760, se certificó “que no ha resultado cosa alguna
contra los sacerdotes”.
A mediados del siglo XVIII,
según el Catastro de Ensenada, nos encontramos con vecinos de Mota del Cuervo (Cuenca)
explotando agrícolamente este paraje. Es el caso de F. Peñarada, terrateniente con una parcela de 426 fanegas en el
lugar, los hermanos Juan y José de Castilla y Miguel de Lizana.
Y en el mismo catastro vemos
a los siguientes tomelloseros con la profesión que se indica: José Novillo, sastre; Agustín Novillo, propietario de viñas (con un total de
5.000 vides) y Carlos Novillo, de profesión albéitar-herrador, con un
jornal de seis reales de vellón.
En el listado de contribuyentes-electores de Tomelloso de 1877 que publica el Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real nos encontramos a Alfonso Novillo de José, Santiago Novillo Marquina y Francisco Cañas Novillo (en la calle Independencia), Braulio Novillo Duque y Lino Novillo Morales (calle Toledillo –actual calle de Carlos Morales-), Martín Novillo Morales y Víctor Montejano Novillo (calle Hidalgo) y Cayo Novillo Morales y José Novillo García (calle Cruz Verde).
En la lista anterior observamos la presencia del propietario Martín Novillo, que además tenía como profesión la de vinatero; “uno de esos hombres cabales que tanto abundaban en tiempos pasados, de los que hacían tratos de palabra y buenos pagadores”. Como tantos otros tomelloseros, Martín construyó una de las cuevas típicas de la actividad vínica secular de la localidad. Con sus tinajas de barro para la elaboración artesanal y familiar del vino que, como expresara García Pavón, son “partes recónditas de la esperanza y de la lágrima, del buen rato y la comida escandiada”.
De Martín, el oficio de vinatero
pasaría a su hijo, Marcelino Novilla Losa, y la cueva
es conocida popularmente como “la Cueva de Marcelino”. Precisamente,
el 26 de agosto de 2025, Marcelino Novillo recibió la insignia, como “Socio de Honor”, otorgado a
miembros de ASAJA Tomelloso ya retirados de sus labores agrícolas, en el XXXIX
Día del Viticultor en el marco de la Feria y Fiestas de Tomelloso.
También, en la actualidad, podemos contemplar la cueva de Ángela Marta Novillo en la calle Santa María, que fue construida en torno a 1870 por su abuelo Faustino Marta Salinas.
En las últimas décadas del siglo XIX tenemos el matrimonio entre Cayo Novillo y Pilar Lara. De este enlace nacieron tres hermanos (Juan José Novillo Lara, Jacinta Novillo Lara y Felipe Novillo Lara, nacido el 13 de septiembre de 1874). Los dos hermanos varones fueron los protagonistas de un dramático suceso al beber agua de un aljibe en el campo que estaba contaminado. Ambos fallecieron el 19 de agosto de 1901 en la calle de los Carboneros.
Felipe Novillo Lara había contraído matrimonio con María Josefa López Perales (que falleció en octubre de 1972) y tuvieron dos hijos, Jesús Novillo López y Felipa Novillo López.
Felipa Novillo López casó con Francisco Villena Serna y ambos promovieron en 1931, ante el Ayuntamiento de Tomelloso, que se diera el nombre de Felipe Novillo a la nueva calle que se había abierto desde la calle Asunción Cepeda. El terreno para la apertura de la nueva vía había sido cedido de manera gratuita por el citado Francisco Villena. La propuesta fue aprobada y actualmente vemos el recuerdo a Felipe Novillo en el callejero de la localidad. En esta calle se inició el servicio de alumbrado en 1934 y se instaló el agua potable en 1967.
En la calle Felipe Novillo se instalaría un colegio que estuvo en funcionamiento desde 1964 hasta 1987. Desde este año las instalaciones del antiguo centro educativo tendrían usos diversos, hasta el actual (desde 2004) como Centro de la Mujer.
En enero de 1882, se celebró en Ciudad Real una exposición vinícola. Desde Tomelloso se decidió asistir a la misma “para demostrar la potencia vinícola”, aunque también aprovechaban la ocasión para quejarse del aislamiento en cuanto a vías de comunicación que tenía la localidad. A la capital de provincia fue una comisión formada por Víctor Ramón Cepeda, Moisés Espinosa y Ramón Araque. Para determinar que artículos se expondrían se designó a Vicente Pueblas, Félix Torres, Estanislao Gómez, Francisco Antonio Torres, Víctor Ropero y Santiago Novillo. Los caldos tomelloseros se envasaron en botellas encargadas de Valencia. A Tomelloso los gastos totales por asistir a la exposición ascendieron a un total 1.428,85 pesetas.
Otros representantes del apellido
Novillo fueron, en los inicios
del siglo XX, los hermanos Agapito Novillo y Sebastián
Novilllo, cuyas propiedades fueron la base de otras calles en
Tomelloso, en concreto la calle de la Cirujeda y la calle de Topete,
respectivamente.
Siguiendo en los primeros años del siglo XX, vemos el enlace matrimonial entre Francisco Antonio Lázaro Molinero Román y de Ángela María Francisca Novillo López. Son los padres de once hijos, siendo el quinto de ellos Ismael Molinero Novillo (nacido el 1 de mayo de 1917) que murió el 5 de mayo de 1938 en Zaragoza, como prisionero de guerra. Inicialmente enterrado en el Cementerio de Torrero, en Zaragoza, en mayo de 1950 se trasladaron sus restos al panteón erigido por suscripción popular en Tomelloso. El 5 de mayo de 2008 se abrió el proceso de beatificación y canonización de Ismael “de Tomelloso” a los setenta años de su muerte.
Cercana en el tiempo, nos encontramos a María Teresa Novillo, nacida en
Tomelloso el 7 de marzo de 1960 posee una amplia trayectoria política. Además
de concejala de Cultura y Educación en el ayuntamiento tomellosero, en 2013 fue
designada directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha.
Además, en ese mismo año, fue nombrada “Vendimiadora del año” en la Fiesta de la Vendimia Tradicional de Tomelloso, en el contexto de su Feria y Fiestas.

Por último, nacido ya en el siglo XXI (2004) nos encontramos con el joven artista local José Luís Novillo. Un joven creador con una propuesta artística multidisciplinar en las que mezcla pintura, moda, maquillajes, performance... En sus propias palabras, “...aunque parezca frívolo, mi arte habla de identidad, emociones y vida”.
Hasta aquí este
recorrido histórico sobre la presencia del apellido Novillo en Tomelloso. En la
actualidad varios negocios
lo llevan en su marca
comercial, como es el caso de Óptica
Novillo, Transportes Eugenio Ortiz Novillo, Clínica Mónica Novillo,
Novilo Navarro Abogados, el Grupo Empresarial Novillo...
Concluimos, en el aspecto económico, con la figura del empresario tomellosero Rafael Rodríguez Novillo, quien en 2019, como Director General de Industrial Metálica ANRO, recibiera el premio al Mejor Empresario por parte de la revista "Actualidad Económica".
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Sábado, 1 de Noviembre del 2025
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