Inés Losa hizo una bella radiografía de la exposición, destacando la humildad y talento de los dos creadores. “La Posada se viste de color y belleza con esta exposición conjunta de Anselmo Ponce y Antonio Ortiz Mayorga. Las obras no se superponen, todo lo contrario, se funden y confluyen para dar lugar a esta maravilla que ocupa las dos plantas”. La concejala de Cultura ha definido las obras de los artistas como “pedazos de vida, fruto de muchas horas de silencio, paciencia y emoción contenida. Anselmo nos invita a pasear por las calles y las plazas que brillan en la luz urbana gracias a la magia de sus pinceles, mientras que Antonio nos enseña la calma del campo y los paisajes rurales, los bodegones que respiran serenidad y rincones que se transforman de una manera especial gracias a su pincel”.

Insertados ambos en la corriente del realismo, Losa ha subrayado que “es una realismo que no imita sino que interpreta. Son muy diferentes ambos, Anselmo con ese detalle colorista de la ciudad y Antonio la sobriedad y soledad del campo. En esa diferencia está la riqueza de esta muestra que es mucho más que una suma, es una feliz confluencia”. La concejala ha valorado la visión de los dos artistas “por regalarnos este viaje compartido”.

En el acto inaugural también han tomado la palabra los artistas. “Los pintores necesitamos exponer para mostrar lo que hacemos”, señalaba Anselmo Ponce, que agradecía la oportunidad brindada por el Ayuntamiento. “Mi estilo es el realismo urbano, me obsesiona el detalle y el color. Los cuadros son como un ser vivo y suelo cambiar y retocar cosas, aunque haya pasado mucho tiempo”. En algunos de los cuadros, aparece la figura del pintor paseando o montado en bicicleta.

Por su parte, Antonio Ortiz ha confesado que no le gusta hablar de su pintura. “La obra está ahí y que cada espectador saque luego sus propias conclusiones y opiniones. Los cuadros son los que hablan”, ha manifestado.