Según explica Serrano, “los objetivos de esta actividad son trabajar la motricidad fina, la destreza manual y el fortalecimiento de la musculatura intrínseca de las manos, a través de una práctica que además fomenta la creatividad, la relajación y la paciencia”.

La terapia con arcilla, muy valorada por los participantes, no solo estimula las habilidades físicas, sino que también favorece la concentración, la autoestima y la expresión emocional. A través del modelado, las personas mayores ejercitan sus manos y su coordinación, al tiempo que encuentran una vía de comunicación y de disfrute compartido.

La directora del Centro, Gema Gil, ha señalado que “más allá de las piezas creadas, lo importante ha sido el ambiente de alegría, complicidad y aprendizaje compartido que se ha generado”.

De esta forma, San Rafael se ha sumado a la conmemoración de esta jornada internacional recordando que los mayores son un pilar fundamental de la sociedad, fuente de experiencia, memoria y afecto. Actividades como esta refuerzan el compromiso de la entidad con el cuidado integral y el bienestar emocional de las personas mayores y sus familias.