Hay que vivir, sacar jugo a la vida,

tener actividad cada jornada,

no pasar horas sin pensar en nada

ni vegetar con el alma dormida;

con gran abulia como compañera

teniendo entorpecida la sesera.

 

Pues quien se haya ganado ya el sustento

e ir al tajo no le es preciso,

si no da golpe se hallará repiso

y estar ocioso no le vendrá a cuento.

Hay que buscar modo de entretenerse

para lo cual de todo hay que valerse.

 

Podría dar aquí un consejo

poniéndome a citar ocupaciones,

mas quién soy yo para endilgar lecciones

que lo poco que sé es ya por viejo.

Si acaso tengo es escasa ciencia

por lo que doy alguna sugerencia.

 

Pondremos de primera asignatura,

y no por ordinal, sí por valiosa,

para aprender no existe mejor cosa

que los aciertos de la literatura.

Lo principal de todo es un buen libro,

eso es al menos lo que me calibro.

 

Y aunque esto parezca retahíla

otros recreos iré poniendo en fila.

Charlar pacientemente con amigos

sin ofensas, murmullos, ni condenas,

tan sólo por contarse mutuas penas

y de sus actos ser buenos testigos.

 

Hacer con las palabras un buen un juego,

escuchar una bella sinfonía

sin que importe dejarlo para luego

y estarse en ello un día y otro día.

Buscarse siempre un entretenimiento

por no tener muy vacuo el pensamiento.

Ejecutar trabajos manuales

o pintar acuarelas y dibujos,

no piense nadie que es cosa de brujos

sino de estar, y bien, en sus cabales.

Que el ser humano sea siempre laborioso

puede que sea de lo más hermoso.

 

Tener macetas y cuidar las plantas

pendiente de las hojas y las flores,

o de canarios o de ruiseñores

estándose en su escucha hasta las tantas.

Ver un miembro de la naturaleza

nos colma de pasión y de belleza

 

Por tanto, buen amigo, no lo dudes

y actúa como un sabio ser humano:

no te aposentes mano sobre mano

y ejercita a diario tus virtudes.

Te servirá como entretenimiento

y te hallarás bastante más contento.