Minuto a minuto, el Navalcarnero fue apretando. A la media hora de juego una jugada colectiva de calidad acabó con un remate de Mario que el meta del Yugo, Adri, logró parar, pero el rechace cayó en los pies de Chus Villar, quien no perdonó desde corta distancia. El 1-0 era el reflejo de lo que se veía en el césped: un Navalcarnero dueño del juego y un Yugo sin capacidad de reacción.

El Navalcarnero pudo ampliar la ventaja, con un disparo de Quivira desde muy cerca que Adri volvió a detener, esta vez enviando el esférico al córner. El Yugo, desdibujado, tuvo su única gran oportunidad de igualar el marcador en el descuento de la primera parte, cuando Morillo falló increíblemente a puerta vacía. Un error que, al descanso, sabía a condena.

En la segunda parte la reacción del Yugo no fue suficiente

La segunda parte pintó muy diferente. El Yugo Socuéllamos salió con otra actitud, llevando la iniciativa y arrinconando a su rival. Empezaron a llegar balones al área local y, en el minuto 65, el equipo manchego tuvo una doble ocasión clarísima que no supo materializar. La posesión y la presión eran ahora del Socuéllamos, pero la puntería brillaba por su ausencia.

Miguel Serrano estuvo a punto de hacer el gol de la igualada con un potente disparo desde la frontal que el portero local despejó a córner. Cuando el Navalcarnero respondió con un remate de Moraga al poste, quedó claro que el partido seguía vivo. Sin embargo, en los minutos finales, el Yugo, aunque lo intentó con más corazón que cabeza, chocó una y otra vez con su propia imprecisión en la última jugada.