El presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha señalado que Castilla-La Mancha “no pide privilegios, pide igualdad”, ya que “no reclama agravios, reclama oportunidades” y “no exige imposibles, pide justicia”, por lo que el nuevo Estatuto de Autonomía se constituye como el pilar “de un tiempo nuevo” para la región. 

Así lo ha expresado durante su intervención en el debate sobre la toma en consideración de la reforma del Estatuto de Autonomía en el Congreso de los Diputados, donde ha incidido en que la Comunidad Autónoma “no exige imposible, sino justicia”, porque Castilla-La Mancha “no se construye contra nadie, se hace con todos”. 

“El tiempo de las excusas ha terminado. Es el momento de creer en Castilla-La Mancha, de alzar la voz y de escribir nuestro futuro con determinación, ya que lo mejor está por llegar y lo vamos a construir juntos”, ha incidido. 

Así, Núñez ha defendido la necesidad de abrir una nueva etapa para la región con un texto “moderno, ambicioso y profundamente comprometido con la igualdad, la libertad y el progreso de Castilla-La Mancha”. 

El presidente regional del PP ha insistido en que “es hora de que se nos tome en serio” y de que “nuestra voz pese con la misma dignidad que la de todos los españoles”, ya que Castilla-La Mancha es una tierra “moderna en lo institucional, veterana en lo histórico y leal en lo político”, además de una región solidaria y comprometida con la unidad de España porque “nunca hemos utilizado la autonomía para dividir, sino para construir”. 

“El nuevo Estatuto se sustenta en cinco grandes ejes, como son la mejora de los servicios públicos, el impulso al empleo y la economía, la igualdad territorial y una financiación justa, el diálogo sincero con los ciudadanos, y un compromiso firme con el campo y el mundo rural”. 

En este sentido, Núñez ha defendido abordar la cuestión del agua como una prioridad inaplazable, ya que “hablar de agua en Castilla-La Mancha es hablar de solidaridad, pero también de necesidad, de agravio y de desarrollo”, por lo que la región defiende el agua como instrumento de riqueza para los agricultores y ganaderos”. 

Por último, ha señalado que la región, al haber estado gobernada por el PSOE durante casi toda la etapa autonómica, “no ha sabido aprovechar las oportunidades de desarrollo y de bienestar que tenía a su alcance”, algo que obliga a “reaccionar y a construir desde la unidad y la convicción una nueva Castilla-La Mancha”. 

BELDA DESTACA EL DIÁLOGO Y EL CONSENSO 

De otro lado, el diputado nacional del PP de Castilla-La Mancha en el Congreso, Enrique Belda, que ha defendido la posición del Grupo Parlamentario Popular ante este debate, ha destacado la importancia del consenso político y social alcanzado en la Comunidad Autónoma, destacando el valor de una reforma del Estatuto “fruto del diálogo y la cooperación entre instituciones y fuerzas políticas”.

 

Belda ha añadido que el acuerdo es una muestra de “madurez política y sentido institucional”, por lo que ha trasladado su felicitación a Núñez por “haber sabido anteponer el interés general al partidista”. “Si no somos capaces de ponernos de acuerdo en la norma fundamental de nuestra comunidad autónoma, estaríamos contribuyendo al discurso del odio y a la polarización que tanto daño hace a las instituciones”, ha dicho. 

Para finalizar, el diputado nacional ha señalado que lo que verdaderamente protege a la ciudadanía es “gestionar bien la sanidad, la educación y la economía”, y ha recordado que quienes rompen el clima de consenso y tranquilidad “forman parte de la mayoría que sostiene al presidente Sánchez”, de la que también “participan ocho diputados nacionales del PSOE elegidos por Castilla-La Mancha”.