Nacida en Socuéllamos, Consuelo Díaz-Carrasco Vázquez, era una mujer de luz y asombro. Vecina de Argamasilla  por amor a Pedro Serrano Ocaña, (Periqui, excelente persona también con biografía Cum-Laude) sumó sonrisas para que el Alba de nuestra localidad, creara, además del entendimiento y la cultura por medio de su sonrisa y sensibilidad, dos hijos de gran valía: Aureo y Gema, casada con Luis Manuel, y dos nietos: Elsa y Adrián.

Consuelo tenía una forma de ser y entender el tiempo que tenemos para manifestar la vida, sumando trabajo a todos los que la conocíamos como dama manchega y sabia; porque Consuelo: nombre de origen latino que evoca empatía, compasión y apoyo y viene derivado de la palabra consolatio: asociándose a la Virgen María bajo la advocación de tan vivificante palabra, aportaba siempre su generosidad creadora y sonriente.

Mujer perseverante, su incardinación en la sociedad local la hizo a través de crear y recrear, por medio de su mágica sonrisa, el encuentro y la amistad. Porque Consuelo participó en la cultura de nuestra Argamasilla en numerosas actividades. La primera como componente de la directiva (siempre su casa estaba abierta para el encuentro y la amistad) de la cofradía o Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores.

Asimismo donó su escaso tiempo libre en otras asociaciones locales y de muy variadas maneras: En las Amas de Casa Consumidores y Usuarios, formando parte de la Junta Directiva y participando en el Coro de dicha Asociación. También en la Asociación del Cáncer sumó trabajo como componente de la Directiva. Socia de la A.C. Los Académicos de la Argamasilla, su esmero en los arreglos florales de las actividades quijotescas ponía el listón en lo magnífico. Y en el AMPA del CEIP AZORÍN, además de participar en todo lo programado, fue componente de la Directiva. En la Agrupación Musical maestro Martín Díaz, (han tenido la idea de rendirle un homenaje el 5 de diciembre) fue componente de la Directiva y de la Coral Cervantina hasta su fallecimiento el 26 de diciembre de 2024. Y qué anotar por su presencia en TIQUITOC-TEATRO: Grupo donde participó, además de actriz, como maquilladora, peluquera, modista (bajo la dirección de Vicen Torregrosa), etc.; permitiéndose, por medio de su altas prendas, el excepcional empeño de vivir siempre una aventura aventurada; porque si había obstáculos para llevar a cabo lo que parecía imposible, allanaba las dificultades con más entusiasmo.

 Por todo lo anterior, su recuerdo es para todos los que la conocimos y tratamos, de agradecimiento por su constancia y el amor al gratuito trabajo; es decir, la luz que iluminaba su corazón; porque se hizo antorcha y se regaló en un tiempo donde su sonrisa se manifestaba a  través de numerosos logros: signos que aún están poniendo hitos en nuestra Argamasilla, lugar donde está sellada, junto con su familia,  como extraordinaria: por su esfuerzo, trabajo y sensibilidad.

Blasones tiene en nuestro corazón, Consuelo:  hablo del Grupo Tiquitoc-Teatro, por su ilusión a lo singular, por donar sus cualidades y calidades en nuestros sentimientos, dignificando la vida a través del vuelo y el ‘consuelo’ de su entusiasmo: espejo de un quehacer humanístico y vivencial marcado por un horario sin horas. Entusiasmado  y  generoso esfuerzo, para que la esperanza en el idealismo no quede en una mera muestra del pasado, si no que esté en nosotros recordándola en los cielos de la palabra, la música, la fotografía..., sumándose, para crecernos con la confraternidad en tan notorios eventos y encuentros: especiales y carismáticos, que se fueron celebrando, por medio de nuestras actuaciones, en toda la Región. Y como lo cálido acerca las sonrisas, Consuelo, a veces, mostrando su carácter, siguió vistiendo de gala, por medio del  esmero que imprimía en las múltiples actividades en las que era imprescindible, a la Argamasilla quijotesca y cervantina.

Reciba, pues, toda la familia de Consuelo, nuestro agradecimiento: escribo en nombre del Grupo Tiquitoc Teatro. Mujer que, apasionadamente, trabajó a favor de la cultura y de una tierra donde los ideales que la sostienen priman sobre lo material. Laus Deo.