De la mano del jefe de del servicio de Digestivo, Alfredo
Lucendo, el Hospital de Tomelloso es un referente internacional de la
esofagitis eosinofílica. Se trata de una enfermedad una crónica provocada
principalmente por la alergia a algún alimento que se caracteriza por la
inflamación del esófago.
Lucendo es un experto en la EoE (sus siglas en ingles),
lleva trabajando en la dolencia desde el 2002 y ha publicado cerca de dos
centenares de trabajos sobre la enfermedad. El Hospital de Tomelloso participa
y coordina un ensayo a nivel europeo para el desarrollo de un fármaco que
mejore la calidad de vida de las personas que padecen esa enfermedad. Charlamos
con el doctor Lucendo sobre la dolencia, sus causas y como tratarla
¿Qué es la esofagitis
eosinofílica?
La EoE es una enfermedad reciente «los primeros casos se dan en la década de 1980, hace nada». Y en
el año 1993 es cuando «la enfermedad se
caracteriza, es decir, cuando se describen sus síntomas y se sabe que es una
dolencia propia y distinta de otras». Es una circunstancia «un poco insólita porque muy pocas veces
uno dice “tengo una enfermedad nueva que antes no existía”, la mayoría de las
dolencias siempre han estado ahí. De hecho, la enfermedad celiaca se conoce
desde el año 200».
La esofagitis eosinofílica consiste en «síntomas esofágicos crónicos más inflamación del esófago por
eosinófilos». Los síntomas son «cualquiera
que hable de una disfunción del esófago». Habitualmente, en adultos
—explica el doctor Lucendo— «se
manifiesta con problemas para tragar, la comida baja mal y se produce disfagia.
Es muy típico que tengan impactaciones con los alimentos, es decir, que la
comida se queda parada en el esófago y nosube ni baja. A veces se resuelve de
manera espontánea y otras veces deben acudir a urgencias». Y es justamente «al acudir a urgencias cuando se diagnóstica».
Pero es que, además, continúa
explicando el facultativo, «están
descritos pacientes con dolor torácico que no tienen nada cardíaco o síntomas
parecidos al reflujo pero que no mejoran con el tratamiento convencional del
ardor».
El diagnóstico de la EoE en niños es mucho más complicado «porque cuando tienen dificultad para
tragar, directamente no comen. Les cuesta mucho trabajo bajar la comida por el
esófago y directamente dejan de comer». Así, los niños que son malos
comedores, los que necesitan beber agua en cada bocado o aquellos que son
comedores selectivos, son candidatos a que se les diagnostique la enfermedad.
La segunda parte del diagnóstico, como decía Lucendo, es la
inflamación del esófago por eosinófilos «que
son leucocitos que están en la sangre y que forman parte del sistema inmune
contra infecciones parasitarias y que cuando se altera su función participan en
las reacciones alérgicas. Es una infiltración del esófago, muy densa por este
tipo de leucocitos». Esa circunstancia avisaba de que se trataba de una
reacción alérgica, señala Alfredo Lucendo.
Una alergia
alimentaria
Los enfermos de esofagitis eosinofílica son alérgicos a los
alimentos «se sabe que son alérgicos
desde que se conoce la enfermedad. Antes no se sabía lo que tenían, eran
fundamentalmente niños porque a los pediatras les llamaba más la atención. A
alguien se le ocurrió decir que “estos niños que son refractarios a lo que
creemos que puede ser un reflujo y los hemos hasta operado de una supuesta
hernia de hiato y no han mejorado, les vamos a hacer que coman solamente dieta
elemental”». Es decir, alimentados con batidos a los que se les han
suprimido todo tipo de proteínas y contienen solamente aminoácidos. «Al alimentar a estos niños durante un par
de meses solo con estos batidos, todos se curaron. Cuando volvían a comer de
manera normal, aparecía la enfermedad.»
Esta circunstancia demuestra que la enfermedad es una
alergia, pero, ¿a qué? «Los alergólogos
comienzan a hacer pruebas, en piel, en sangre… Quince años haciendo pruebas.
Hace un par de años la Sociedad Europea de Alergología e Inmunología Clínica
publicó un documento en el que decía que se dejasen de hacer pruebas porque no
se podían identificar los alimentos que producen la alergia». Una enfermedad
alérgica en la que los alergólogos no pueden hacer nada «es un problema», asevera nuestro interlocutor «y al mismo tiempo un reto».
El proceso de
identificación de los alimentos alergénicos
Según nos cuenta Lucendo, la identificación de los alimentos
que producen alergia a los enfermos de EoE la llevó a cabo un pediatra de
Chicago en 2006. Suprimió los alimentos que más reacciones alérgicas producían
en la población de la ciudad norteamericana, proteína de leche de vaca, trigo,
huevo, soja, frutos secos, y pescados y mariscos «con esto vio que 3 de cada cuatro se curaba».
«Exactamente igual
ocurre aquí en Tomelloso, que hemos hecho la misma dieta y tres de cada cuatro
se curan».
La reintroducción secuencial de cada uno de los alimentos
excluidos bajo control endoscópico e histológico permite identificar con
certeza a los alimentos responsables de la EoE en cada paciente, señala Lucendo.
Un proceso que se lleva a cabo durante seis semanas, alimento por alimento. «Se trata de un proceso largo y lento pero
que demuestra que la leche es lo que más produce la enfermedad. Un alimento que
lleva en nuestra dieta desde hace más de 15.000 años. En segundo lugar, el
gluten. En tercer lugar, el huevo. Las legumbres en cuarto lugar. Y menos frecuentemente,
pescado, frutos secos, arroz…».
Cada vez se tarda
menos en diagnosticar
La EoE es una enfermedad que, afortunadamente, cada vez se
tarda menos en diagnosticar «hasta hace
poco era muy difícil, el paciente daba tumbos de consulta en consulta y se
tardaban años en diagnosticar. En el año 2013 hicimos un trabajo en varios
hospitales de España, preguntado cuando se tardaba desde que el médico veía por
primera vez al paciente hasta que se le daba el diagnóstico: cuatro años de
media. Todo ese tiempo para decirte lo que tienes y luego, viene la segunda
parte, resolverla». En el Hospital de Tomelloso, ahora mismo, se tardan «dos meses en darle el diagnóstico. Peso
eso es aquí en otros sitios, los pacientes siguen dando tumbos ad eternum». Deducimos que el
remedio para la EoE es la dieta «dado
que es una alergia alimentaria, la curación definitiva es la dieta».
Pero Lucendo señala que es un problema que «las
endoscopias y biopsias repetitivitas no son accesibles en muchos sitios. Hay
que estar muy concienciado y tener una lista de espera que puedas manejar. La
dieta es un sufrimiento muy grande, a pesar de que ahora comenzamos con leche y
trigo, que funciona en casi la mitad de los pacientes. Si no funciona optamos
por una dieta de cuatro alimentos y la de seis, la dejamos con última opción».
Para el facultativo «la
dieta es un problema, es decirle al paciente que no tome un determinado
alimento. La leche, el gluten y el huevo están extendidísimos, uno compra
salchichas y llevan leche. Y encima, no es solo un alimento, para la mitad de
los pacientes son dos o más. Tenemos pacientes que tienen como alimentos
desencadenantes, leche trigo y huevo. Hazme una dieta para toda la vida sin
esos tres alimentos e intenta salir de casa, ir con amigos, a un restaurante o
una boda, las cosas normales. Es casi imposible. La dieta es lo ideal pero, por
desgracia, es complicado».
Además de
la dieta hay medicamentos
Nos interesa ver si hay medicamentos que puedan paliar la
enfermedad «hay medicamentos»,
asegura Lucendo. El primero es el «Omeoprazol
y similares. Una medicamento que, curiosamente, se inventó para quitar la
acidez de estómago y treinta y tantos años después se ve que sirve para quitar
los eosinófilos en estos pacientes. Lo hace a través de un mecanismo totalmente
independiente a la inhibición del ácido gástrico». Y es que el medicamento
es antiinflamatorio en el esófago de los pacientes de esta enfermedad. Pero
tiene algunos problemas «el primero es
que es antiinflamatorio a dosis dobles y el segundo, que solo funciona en la
mitad de los pacientes».
La otra alternativa, señala Lucendo, es tratar a los pacientes con
corticoides tópicos «fundamentalmente
los inhaladores que se usan para tratar el asma». Pero esos corticoides
estaban diseñados para llegar al pulmón y pretendemos que lleguen al esófago «eso es complicado porque es un órgano
especial. Está diseñado para que la comida pase por él y no se quede. Por
tanto, hay que dar los corticoides de una manera especial para que se queden en
el esófago. Ahora vamos a tener medicamentos nuevos formulados para que permanezcan
en ese órgano. Tienen la ventaja de que con dosis muy bajas obtenemos resultados
muy altos. El inconveniente es que, si uno depende de los fármacos va a tener
que utilizarlos de manera crónica».
Tomelloso
participa en un ensayo clínico a nivel europeo
El servicio de Digestivo del Hospital de Tomelloso participa en un
ensayo clínico a nivel europeo sobre un medicamento con corticoides. Medio
centenar de pacientes participan en las pruebas para dar con un fármaco que
mejore la calidad de vida de las personas que padecen la enfermedad.
El primer fármaco que va a salir, presumiblemente, es de un
laboratorio alemán y Lucendo coordinó en el Hospital de Tomelloso los ensayos
clínicos en fase 3 para toda España «para
hacer que la enfermedad que está activa se paré y después, el mantenimiento de
la remisión». El estudio llevado a cabo dice que «en solo seis semanas más del 95 por ciento de los pacientes están sin
inflamación, eso es rapidísimo. En 12 semanas como máximo el paciente está sin
síntomas, en más del 85 por ciento». Actualmente están en marcha los
estudios de mantenimiento.
El
Hospital de Tomelloso es un referente de la EoE
Lucendo empezó a trabajar con la EoE siendo residente, «eso fue en el año 2002». En aquella
época, prácticamente no existía «había
un par de casos descritos en España y era una cosa rarísima». El
facultativo continuó investigando la esofagitis eosinofílica cuando llegó al
Hospital de Tomelloso «no había un solo
paciente… Diagnosticado, claro, había como en todos sitios, esperando que se
les diagnosticase y tratase».
El Hospital de Tomelloso es un centro de referencia internacional
de la EoE «ha y pocos sitios que tengan
la visibilidad en esta enfermedad como
tenemos aquí». Además, España es el segundo país del mundo, después de
Estados Unidos donde más publicaciones científicas hay de la esofagitis
eosinofílica «de eso casi toda la culpa
es nuestra». Pero no se trabaja en solitario, señala Alfredo Lucendo, «tenemos proyectos conjuntos, financiados
con dinero públicos con los hospitales Vall d’Hebron y de la Princesa».
Alfredo Lucendo, en todo este tiempo, ha realizado más de 150
publicaciones científicas sobre la EoE desde el Hospital de Tomelloso. «El hecho de que llevemos tanto tiempo
trabajando sobre esta enfermedad hace que nos conozcan y que nos envían
pacientes de otros sitios, algunos vienen hasta de Canarias».
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Sábado, 7 de Junio del 2025
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