Desde la FAPA de Ciudad Real queremos mostrar nuestro
apoyo a todas aquellas familias que en estos momentos se sientes abrumadas,
descolocadas y muy, pero que muy, preocupadas por el futuro de la Educación
Especial en nuestro País. A cualquier persona de a pie, con algo de cordura o
vergüenza, si le preguntásemos ¿está usted a favor de un sociedad inclusiva,
una sociedad que en la cual las personas con discapacidad tengan derecho a una
vida independiente y autónoma? ¿Derecho a una formación, trabajo, a una vivienda?,
¿una sociedad en la cual la igualdad sea real, en la cual, las personas con
capacidades diferentes sean tratadas con el mismo respeto, la misma aceptación
que otra persona cualquiera? ¿Qué cualquier tipo de ayuda no se interpretase
como una discriminación positiva, sino como un derecho constitucional? Ante
esto, no hay duda, todos diríamos que SÍ, añadiendo un POR SUPUESTO. Desde nuestro punto de vista, la Sociedad es
el reflejo de la Educación, por lo tanto para llegar a una Sociedad Inclusiva
debemos contemplar una Educación Inclusiva también, pero sin atajos, haciendo
las cosas con los pilares suficientemente fuertes como para garantizar el
éxito. Lo que propone el CERMI, Comité Español de Representantes de Personas
con Discapacidad, no tiene fundamento. No está argumentado a través de un
sondeo de opiniones y propuestas de mejoras dentro de las asociaciones de
madres y padres de alumnos, ni tampoco de los centros educativos. No está basado en la realidad de nuestra
sociedad educativa. Ante esto no comprendemos, qué razón ha podido tener el
CERMI, organismo de reconocido prestigio, para armar todo este revuelo en torno
a la desaparición de la Educación Especial; y, por supuesto, no entendemos la
postura del Gobierno de apoyar una propuesta sin asegurarse de que cuenta con
el respaldo de la comunidad educativa, que no representa ni nuestra ideología
de Educación Inclusiva ni se adapta a
las necesidades de nuestros hijos e hijas. Una propuesta de la cual no tenemos
información completa, la única declaración de intenciones es el cierre de todos
los centros de Educación Especial previsto para 2025 y el traspaso del alumnado
a centros ordinarios así como de los recursos de los que actualmente dispone
los centros de educación especial. En
las últimas noticias, ante la creación de una Plataforma de Asociaciones y
Entidades, dada en llamar Plataforma Educación Inclusiva SI, Especial TAMBIÉN y
ante la inminente manifestación el próximo 23 de Febrero en Valladolid, la Ministra de Educación, Isabel Celaá, ha
negado la intencionalidad del cierre de los centros de Educación Especial. Aún
así necesitamos respuestas y una declaración de intenciones sobre lo que se
pretende conseguir y la manera de abordar la Educación Inclusiva. Exigimos que
se aclare toda esta situación que está creando tanto malestar gratuito a las
familias.
Nosotros,
la FAPA de Ciudad Real, tenemos muchas ideas que aportar en relación a la
educación inclusiva:
·
La primera de ellas es que la
Educación Inclusiva se tiene que sustentar entre tres pilares bien
coordinados, dinámicos y tridireccionales que son Educación, Bienestar
Social y Sanidad. La Educación Inclusiva no puede depender únicamente del
Ministerio de Educación. Cualquier persona que tiene un poco de relación en el
ámbito de la educación especial sabe que las peculiaridades de la mayoría del
alumnado requiere ser abordados desde un punto de vista sanitario. Si queremos
que los niños con algún tipo de discapacidad sean atendidos en las aulas ordinarias
debe de estar garantizado su bienestar, su seguridad y satisfacer las
necesidades educativas individuales.
·
Otro punto a tratar sería la
disminución considerable de las ratios en las aulas. ¿Cuál sería el
número de alumnos por clase aceptable para llevar con éxito la inclusión? ¿25
alumnos, 15 alumnos? ¿Alguien se ha parado a pensar si habría que desdoblar
líneas o triplicarlas? ¿O es que simplemente se pensaba en meter a los niños y
niñas con necesidades educativas especiales, que cuentan como 2, en un aula
maxificada de 28 alumnos?
·
Habrá que contemplar la formación
específica de todo el profesorado. Pero por favor, pensemos en la formación
universitaria y no en cursitos de adaptación pedagógica. La formación en
Educación especial es lo suficientemente compleja como para merecerse un largo
tiempo teórico – práctico.
·
Asistencia sanitaria. La
figura del enfermero se contempla como personal en platilla, en la educación
especial ¿ Habrá por tanto servicio de enfermería en los centro ordinarios,
cuando ni tan siquiera se están teniendo en cuenta las peticiones de
asociaciones de diabéticos para los niños que en horario escolar necesiten
insulina?
·
Si un niño necesita asistir
a hidroterapia, como tratamiento educativo dentro del marco de la fisioterapia,
¿quién lleva a ese niño a la piscina de referencia (que probablemente sea la
que esté en el centro de educación especial), la familia, ese día no va al
colegio ordinario, asiste al especial o se le va a asignar un auxiliar
educativo, como en los países escandinavos, que tienen mucho dinero, y ellos
sería los responsables de los traslados?
En definitiva son muchas las cuestiones que hay que
resolver y que esperamos que todo se tenga en cuenta. La verdadera inclusión
cuesta mucho dinero, hay que plantear nuevos modelos de inversión para atajar
todas las inquietudes que se planteen por el camino. Quizás antes de todo
tengamos que pensar en un cambio socioeconómico de nuestro país. La Inclusión
social y educativa requiere de mucho tiempo y esfuerzo, y tener en cuenta un
sin fin de variables. Por ahora debemos sentirnos orgulloso de los programas
inclusivos que se llevan a cabo a lo largo de los cursos escolares por parte de
todos los centros, madres y padres. Actividades de deporte conjunto, juegos
inclusivos, intercambios escolares, charlas de sensibilización llevadas a cabo
por las familias, y un sin fin de actividades que poco a poco van dando su
fruto. Centrémonos en mejorar la calidad de lo que tenemos, escuchemos las
necesidades que plantean las familias y los centros y actuemos en
consideración. La educación Especial no puede desaparecer, no ha desaparecido
en ningún país civilizado. Si bien es cierto, en una Educación Inclusiva, la
Educación Especial debe ser último recurso una vez agotadas todas las
modalidades educativas pero si no se hace correctamente y con garantías, será
un fracaso del sistema educativo, que demorará en el tiempo la verdadera
inclusión. No es necesario tanto revuelo ni es necesario crear tanta
incertidumbre. Exigimos una aclaración de lo que está sucediendo, las familias así
lo requieren, y por supuesto, antes de una toma de decisiones, siempre tener en
cuenta la opinión y necesidades que tienen los niños y niñas con capacidades
diferentes y sus familias. Las FAPAS tenemos mucho que decir y aportar.
Junta Directiva FAPA Ciudad Real
Presidenta: María Isabel Sánchez Villar
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Sábado, 27 de Abril del 2024
Sábado, 27 de Abril del 2024
Viernes, 26 de Abril del 2024