José Luis Cuerda presentó este sábado en Argamasilla de Alba su última película, “Tiempo después”. El acto tuvo lugar en el auditorio municipal de la cuna del Quijote. Cuerda se siente en Argamasilla de Alba como en casa, para el director, la localidad manchega “ha sido una sorpresa muy agradable”.  El cineasta nos atiende amablemente antes de la presentación, entre bastidores.

Me cuenta que está dolorido, el otro día sufrió una caída. Aun así ( y a pesar de mi inexcusable retraso) charlamos un rato mientras el público va ocupando sus localidades.  Aparece por allí Rosa María Navarro, una argamasillera que participa en la película —es la Justicia— y que hace tres años posó en una foto con Cuerda, la que ilustró la entrevista que le hicimos entonces.

—Tres años después, regresa a Argamasilla de Alba. En el 2016 fue nombrado “Ingenioso Hidalgo de La Mancha” y ahora viene a presentar su última película…

—Le estoy cogiendo cariño a esto, no creas. Lo que no sé si es bueno o malo, si te creas una dependencia, luego tienes que estar todos los días pendiente del asunto y es cansado.

Por ciento, que me he pasado un año diciendo que tengo 71 años y resulta que ahora tengo 72.

—Eso decían los periódicos esta mañana, que usted tiene 72 años.

—La verdad.

—¿Con José Luis Cuerda vamos a tener un Clint Eastwood español, en cuanto a la longevidad para dirigir películas?

—Pero en lo que no voy a ganar nunca a Clint Easwood es en que es más guapo que yo. El tío es un guaperas de narices.

—Hombre, sobre gustos los colores, dicen…

—Desde luego.

— En “Tiempo después”, como en muchas de sus cintas,  la Guardia Civil y los curas tienen una presencia importante.

—Y en el mundo en el que vivimos. Es una síntesis muy apretada pero que expresa muy bien el mundo en el que estamos viviendo.

Para mí, Argamasilla de Alba ha sido una sorpresa muy agradable porque se tocan todos los palos. En Argamasilla pasa de todo con una vitalidad, además, enorme. Estoy muy contento yo de este viaje. Este pueblo es un mundo que me ha sorprendido, para tirar de cuerda o de sogas.

—¿“Tiempo después” es una secuela de “Amanece que no es poco”?

—Yo creo que no es una secuela, es que, el guion lo ha escrito el mismo que hizo el de Amanece, la ha dirigido el mismo… entonces, por una simple cuestión de congruencia, se tiene que notar.

—¿Con el humor se puede criticar todo?

—Poderse se puede, ¿por qué no? Cada uno parte de los principios, artísticos, filosóficos, humanos, etcétera, que le son propios. También los autores, y no quiero ponerme flores, lo digo como alguien que se inventa cosas, que yo me las he inventado muy bien inventadas y estoy muy encantado.

—¿Usted cree que el futuro va a ser como cuenta en su película en el que los ricos vivan bien y los pobres muy mal?

—Por ahí va la cosa, sí. No hay que darle muchas vueltas, la perspectiva que se tiene sobre el mundo está ajustadamente retratada en la película.

—¿Vamos de mal en peor, entonces?

—En determinadas cosas sí. En la supervivencia hemos ganado algo, se puede contar con más medios, tampoco de lujo, pero hay más.

—¿”Tiempo después” está cosechando mucho éxito?

—Yo soy muy malo para las cifras pero sé que durante mucho tiempo ha estado la novena en ventas y, económicamente, ha funcionado tan bien que no se lo creen los productores.

—¿También le está gustando al público?

—Sí, lo que pasa es que es una película rara. Pero muy divertida.

—¿La cinta ha sido su vuelta al humor absurdo?

—Por ahí va la cosa.

—¿Cómo definiría usted “Tiempo después”?

—Como la mejor película que he hecho. Lo digo totalmente en serio, toca una cantidad de asuntos que me importan mucho del mundo en el que vivimos. De como hemos podido llegar a esta situación y como vamos a tener que volver atrás en un mundo en el que todos sus componentes tienden a lo negativo más que a lo positivo.

Dentro de lo positivo está Argamasilla de Alba donde he encontrado una vitalidad y un fervor por determinados asuntos a los que la gente no está habituada.

—Y menuda crítica social que hace usted con la película…

—Con la sociedad que tenemos, yo creo que hay que ser críticos, si no es que eres tonto o una mala persona.

—¿La Mancha también está presente en “Tiempo después”?

—Pero como no voy a tomar La Mancha como inspiración, si soy manchego. Soy de la calle Albarderos de Albacete, estoy impregnado de mancheguismo.