El gran guitarrista y compositor, Oscar Herrero, recibirá en la próxima feria el titulo de Viñador, el prestigioso galardón que otorga el Ayuntamiento de su ciudad natal, Tomelloso. Justo reconocimiento a la trayectoria de un artista inmenso que  aprendió a tocar con su padre y que tuvo en Serranito su principal mentor.  Desde aquellos primeros premios en los concursos de la peña "Los Cernícalos" de Jerez , el de Bordón Minero en la Unión o el premio nacional de Guitarra Flamenca en Jerez de la Frontera , su carrera ha sido meteórica gracias a un constante, fructífero e impecable trabajo. 

Después su primer disco, "Torrente" (1995), protagonizó  una brillante colaboración con la guitarra clásica de Carlos Oramas en "Por Falla" (1996), llegaría después un segundo CD flamenco titulado Hechizo (1998), y una realización de vídeos pedagógicos ya clásicos, "Guitarra Flamenca paso a paso" (1996).

 En su currículum de lujo exhibe destacadas colaboraciones con Carmen Linares y Gabriel Moreno al cante, Serranito en el trémolo, Javier Barón al baile, Tito Duarte a las percusiones y saxo o las palmas de Sara Baras. Ha tocado con Carmen Linares, Menese, Rocío Jurado, Gabriel Moreno y Beatriz Martín, además de realizar giras internacionales con Serranito y Enrique de Melchor. 

Óscar Herrero se ha entregado de lleno a la pedagogía y es autor de un  método de enseñanza esquematizada,  pionero en este campo con un gran trabajo de investigación sobre la pedagogía en la guitarra flamenca. En su amplio repertorio como compositor se encuentran diversas obras de estudio y de concierto: "La Guitarra Flamenca Paso a Paso" (serie videográfica) y "Tratado de la Guitarra Flamenca" (en colaboración con Claude Worms).

El guitarrista tomellosero fue el primer profesor de flamenco que impartiera sus cursos en lugares como Rusia , Polonia, Universidad de Panamá,  siendo igualmente el primer concertista de guitarra flamenca que actuara en Islandia.  Con motivo de la exposición de Picasso en Ottawa realizó una gira por Canadá con un escogido programa de autores españoles y sus propias composiciones. Durante la Presidencia Europea de España fue requerido para ofrecer sus conciertos por diversas ciudades europeas.

Óscar Herrero ha llevado su guitarra a los más prestigiosos teatros del mundo. Su pasión por el flamenco la compartió con otro gran tomellosero, Félix Grande. Para este periodista de La Voz de Tomelloso es un honor realizar una entrevista a un guitarrista tan grande y siempre cercano.

-¿Qué significa para usted el título de Viñador que le acaba de conceder el Ayuntamiento de su ciudad?

-Cualquier premio o reconocimiento lo  agradezco y recibo con mucho cariño e ilusión. En cualquier caso, soy una persona a la que no se le suben a la cabeza los premios. Los premios te los da la vida, con el trabajo del día a día y  los frutos de esa labor. Tengo premios importantes en mi palmarés, pero lo que más feliz me hace es que alguien me diga que es feliz escuchando mi música o que un alumno me diga que le he enseñado mucho.

-Suele decirse que nadie es profeta en su tierra, que donde más cuesta conseguir reconocimientos es en el lugar que le vio nacer, ¿agradece más el premio por venir de Tomelloso?

-Por supuesto. He recorrido muchos países del mundo y siempre he llevado a gala lo de ser tomellosero. Me crié en Tomelloso y buena parte de mi formación  se forjó allí, por tanto siempre presumo de mis raíces, de mi familia, de mis amigos de siempre. 

-¿Dedicará o compartirá este Viñador con alguien en especial?

-Todavía no lo he pensado. El premio me lo acaban de comunicar y a medida que se vaya acercando la fecha iré perfilando lo que tenga que decir. Me expreso mejor con la guitarra que hablando en público, aunque esto es algo que también hago frecuentemente en clases, conferencias y cursos. Al margen de lo que pueda decir o a quien se lo pueda dedicar, tengo claro que será un momento muy especial que espero disfrutar con mis paisanos.

-¿En qué anda trabajando ahora Óscar Herrero?

-Estoy trabajando en muchas cosas. Además de seguir con mis conciertos, estoy preparando un nuevo disco, que en realidad es un libro con temas de diferentes niveles para estudiantes y que incluye los audios que se podrán escuchar en una plataforma digital. También estamos con dos vídeos didácticos, los primeros de una serie que espero que sea larga. 

-Se ha implicado en la enseñanza de una manera extraordinaria, ¿cuál es el motivo?

- Creo que a la guitarra flamenca le queda mucho camino por recorrer y merece la pena esforzarse por situarla en el lugar que merece. Tengo también mi propia editorial, lo que me ha dado algún que otro disgusto porque no resulta muy agradable escribir una partitura y que poco después esté en internet a disposición de todo el mundo. Pero el mundo ahora está así y habrá que acostumbrarse.

-En esta cruzada en favor de la guitarra flamenca, ¿se ha topado con muchos obstáculos?

-El problema es que la guitarra flamenca se ha abierto menos que la guitarra clásica. No resulta del todo comprensible que la guitarra flamenca no esté en los planes de estudio de los conservatorios, cuando hablamos de un género muy nuestro que ha sido declarado Patrimonio Universal de la Humanidad. Resultó paradójico que el primer conservatorio donde se pudo estudiar guitarra flamenca estuviera en Rotterdam. Esperemos que esta situación se vaya corrigiendo. En los conservatorios de grado superior de Córdoba y Murcia ya está presente, también en el de grado elemental y medio de Puertollano, algo importante porque en la Mancha el flamenco siempre ha calado fuerte.

- Las innovaciones en el flamenco no siempre han sido bien vistas sobre todo por los puristas, ¿cómo se posiciona en esta controversia?

-El flamenco es una música enorme, de mucha fuerza, muy particular, no se parece a otros géneros. Creo que el purismo no ha ayudado en exceso a que el flamenco se abra más camino. Lo del purismo es un absurdo teniendo en cuenta que el flamenco nació y cuajó desde diferentes culturas. El flamenco tiene que evolucionar y lo demostró Paco de Lucía  llevando el flamenco por todo el mundo, dejándolo abierto a otras influencias y culturas.

-La última pregunta de la entrevista retorna a Tomelloso para hablar de su padre, de la inmensa labor que realizó enseñando a tocar a tanta gente, ¿cómo le recuerda?

-Con un cariño enorme. Me enseñó a mí y a mucha gente y se relacionó con muchos aficionados al flamenco de su generación que hicieron mucho por este arte. Está claro que el día que reciba el Viñador me acordaré mucho de él.