Gregorio Dávila (Quintana de la Serena, Badajoz,
1959) ha ganado el XXII Premio de Poesía “Eladio Cabañero” con el poemario “Madre
del agua”. El subtítulo de la obra es “Por la huellas del Tao” y el poemario
quiere ser un ejercicio de reflexión personal sobre el Tao Te Ching de Lao Tse,
una obra milenaria de la sabiduría oriental.
Dávila, que reside actualmente en Sevilla, es
licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, rama de Psicología. Aficionado
a la poesía, la fotografía y la edición, actualmente se centra más en la
experiencia poética como medio de expresión de su mirada existencial.
Ha sido incluido en varias antologías de haiku, como Un viejo estanque y Clarea el día. Es editor y recopilador del
libro Luna de alba de la editorial CreateSpace (Amazon). Además, es responsable
del blog Grego.es (http://grego.es/) y editor en
el sitio web Paseos.net (http://paseos.net/phpbb3/app.php/portal).
—¿Qué ha supuesto para usted
este premio?
—Una gran alegría y un profundo
agradecimiento al Jurado por valorar tan positivamente mi obra. Fue muy emotivo
recibir la llamada telefónica de concesión del Premio y hablar con cada uno de
los miembros del Jurado, poetas de primer nivel: Guadalupe Grande, Juan Carlos
Mestre y Jesús Urceloy, que me felicitaron personalmente. Me pareció un gesto
muy cordial y cercano. Siempre es una grata sorpresa que personas con oficio y
criterio elogien tu trabajo.
Creo que el Premio de poesía Eladio Cabañero
tiene ya un prestigio consolidado y recibirlo supone una gran satisfacción para
cualquier poeta.
—¿Conoce
a Eladio Cabañero, el escritor que da nombre al galardón, el albañil poeta, o
al revés?
—Tenía alguna referencia suya, pero no lo
conocía. A raíz de la concesión del Premio he leído su antología “Palabra
compartida”, realizada por Pedro A. González Moreno, y algunos artículos sobre
su poesía. Me ha impresionado su sencillez, su claridad, su humanismo y su
bondad, el compromiso con la gente más humilde, su tránsito fluido de lo local
a lo universal y viceversa. Su libro “Marisa Sabia y otros poemas” (Premio
Nacional de Literatura 1963) me parece una obra de gran madurez. También me
sorprendió y cuestionó su silencio posterior, su decisión de no publicar más
obras.
Sin duda es un poeta que merecería mayor
reconocimiento.
—Por
cierto, otro de nuestros grandes poetas, Félix Grande, era también extremeño.
—Sí, es cierto, Félix Grande nació
circunstancialmente en Mérida, pero sus padres se trasladaron muy pronto a
Tomelloso. Descubrí a Félix hace unos dos años a través de sus conferencias en
la Fundación Juan March y conecté emocionalmente con su poética. Me llegó su
sinceridad, su autenticidad y el relato de la relación con su madre. El poema
“El madrigal del odio muerto” es un texto impresionante de aceptación y
reconciliación con su madre, que pertenece a su última obra “Libro de familia”,
un poemario excelente.
—¿Qué
vamos a encontrar en “Madre del agua”?
—El subtítulo de la obra es “Por la huellas
del Tao”. El poemario quiere ser un ejercicio de reflexión personal sobre el
Tao Te Ching de Lao Tse, una obra milenaria de la sabiduría oriental. Es una
lectura desde una óptica personal, con una visión moderna y occidental, con
notas de actualidad e imágenes de la naturaleza. Creo que las imágenes juegan
un papel primordial a la hora de utilizarlas como símbolos de la realidad y del
mundo interior.
El libro contiene 81 poemas cortos, los
mismos que el Tao Te Ching, distribuidos en tres partes y un canto inicial.
Cada poema se inicia con una cita del Tao que me sirvió de tema central de
inspiración. Hay referencias a poetas clásicos, poetas modernos, películas, el
zen, la Biblia, Teresa de Jesús, etc.
A nivel formal se combinan poemas con
métrica, otros de verso libre, prosa poética y haiku.
—¿Cómo
llega a la escritura?
—Pues de una forma muy natural y como fruto
de un trabajo previo, casi sin pretenderlo.
Hace unos 15 años creé dos sitios webs:
Grego.es (blog personal) y Paseos.net (taller de iniciación al haiku), en los
que empecé a escribir algunos textos propios. También me introduje en el haiku
y empecé a practicar su escritura, aunque mi producción no ha sido muy abundante.
Hace unos 4 años pasé por varios talleres de
poesía y sentí que había encontrado una forma de expresión personal que me
permitía mucha libertad. A partir de ahí todo ha ido de una forma muy fluida.
Me considero un joven poeta entrado en años.
—Hay
quien dice que para escribir es necesario tener un don previo…
—Creo que toda disciplina artística necesita
de un cultivo previo importante. Se requiere preparar la tierra, ararla,
sembrar, regar, dejar tiempos de barbecho, etc. Y después viene el fruto, la
cosecha, que puede ser de más o menos calidad, más o menos cuantiosa.
Es inevitable citar la famosa frase de
Picasso: "Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando".
Son necesarias las dos cualidades: la intuición y el trabajo.
También es reveladora la cita de Claudio
Rodríguez en Don de la ebriedad: “Siempre la claridad viene del cielo; es un
don.”
—Usted
es un apasionado del haiku, lo cultiva con fruición y además es un defensor de
esa poesía tan particular…
—Cada vez soy más consciente de lo que ha
supuesto el haiku en cuanto a mi formación para la escritura y sustrato básico
de toda mi mirada, muy parecida, en cierto modo, a la visión fotográfica a la
que también soy aficionado.
El haiku es una senda poética que desarrolla
la atención, la contemplación, la visión de los detalles, el enfoque selectivo,
la condensación, etc. Son muchas cualidades positivas que favorecen la creación
y la expresión.
Soy defensor del haiku a través del estudio serio y del aprendizaje paciente de esta disciplina que para muchas personas es un camino de vida. Es una pena que algunos escritores intenten escribir haiku sin conocer los fundamentos y la historia de esta estrofa japonesa.
—La
Fiesta de las Letras de Tomelloso es un referente literario y artístico ¿Qué le
parecen iniciativas como esta? ¿Había participado antes en ella?
—Creo que el Ayuntamiento y la ciudad de
Tomelloso hacen un importante esfuerzo y un trabajo entusiasta para celebrar
esta Fiesta, lo cual es de agradecer. Me parece políticamente muy correcto que
los Ayuntamientos favorezcan estas iniciativas culturales que divulgan y
favorecen el arte y la creatividad.
Es la primera vez que voy a participar, me
llama mucho la atención y espero disfrutar de la Fiesta.
—Tomelloso
es un vergel para las artes, especialmente la pintura y poesía, hay quien le
puso “La Atenas de La Mancha”, seguramente con mucha pretenciosidad ¿Conocía
Tomelloso? ¿Sabía de ese “fenómeno” creativo?
—No conocía Tomelloso hasta ahora. Me hace
ilusión descubrir la ciudad y su gente, seguro que será una experiencia
agradable.
Sabía de la relación de Félix Grande con
Tomelloso, pero no conocía todo el movimiento cultural y artístico de la
ciudad. He visto algunos vídeos y noticias de las Fiestas de años anteriores y
me ha impresionado cómo se cuidan los detalles y la significación que se le
concede.
La propia Convocatoria de Premios literarios
y certámenes artísticos da una idea de la relevancia que tiene la actividad
creativa en esta ciudad.
—¿Cuáles
son sus proyectos más próximos?
—El proyecto más inmediato es la edición del
libro “Madre del agua”. Ya ha contactado conmigo la Editorial para iniciar todo
el proceso.
Pretendo continuar con mis lecturas,
fundamentalmente de poesía, como fuente de aprendizaje y material de inspiración.
Seguir escribiendo de forma pausada y constante, esa es mi forma de escribir,
con mucha lentitud pero con perseverancia.
Muchas gracias por la entrevista y por
vuestro interés, me he sentido muy a gusto.
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Domingo, 29 de Agosto del 2021
Sábado, 28 de Agosto del 2021
Lunes, 2 de Septiembre del 2019
Lunes, 29 de Abril del 2024
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