La
Asamblea General de Naciones Unidas decidió en 1993 que desde ese año
se dedicase cada 17 de octubre a combatir la pobreza, estableciendo el
Día Internacional para la
Erradicación de la Pobreza. En esta ocasión, el organismo
internacional, ha puesto el foco en la pobreza infantil con el lema
‘Actuar unidos para empoderar a los niños, a sus familias y a sus
comunidades para acabar con la pobreza’.
El
organismo internacional recogía, con esta declaración, el sentir de
múltiples movimientos sociales que desde 1987 venían planteando con
intensidad la necesidad de ofrecer
una respuesta global al fenómeno de la pobreza, tal es así que la
Resolución por la que se declaró este día, recoge este posicionamiento.
Hacer
frente a todas las clases de pobreza y a la exclusión social, exige una
aproximación integral y multidisciplinar a este fenómeno, que contemple
medidas de apoyo social,
económico, educativo y cultural, al igual que medidas de protección de
índole jurídica.
Consideramos
los principios de la inclusión social activa y al empleo como la clave
de bóveda sobre la que sustentar una sociedad inclusiva, en la que se
atiendan las situaciones
de pobreza y de exclusión social, y que se concretan en los
siguientes:
Un
apoyo a la renta adecuado que garantice el derecho de todas las
personas a los recursos y prestaciones suficientes, es lo que
denominamos “crear un pasillo de igualdad”
que permita a las personas disponer del apoyo que precise.
La
construcción de mercado de trabajo inclusivo en el acceso y permanencia
en el empleo para diversos colectivos como parados de larga duración,
personas en dificultad social,
personas con discapacidad, etcétera.
El
acceso a servicios de calidad, de modo que las personas reciban un
apoyo social adecuado para promover su inclusión social y económica
según sus necesidades.
Estos
principios están incorporados en la Estrategia contra la pobreza y la
desigualdad social, entre cuyos objetivos se encuentra el de poner fin a
todas las formas de pobreza,
estableciendo metas para el año 2020 relacionadas con la pobreza severa
y la pobreza infantil y adoptando una fuerte perspectiva de género.
La
sociedad española y la castellano-manchega, han experimentado diversos
cambios políticos, sociales y económicos, que han supuesto notables
cambios a partir del último
cuarto del siglo pasado, esto también afecta a las condiciones de vida
de las distintas generaciones coexistentes que, en algunos casos estos
cambios han provocado un trasvase del riesgo de pobreza de los padres a
los hijos.
Estas
consideraciones entroncan directamente con el sentido del Estado del
Bienestar, entender que las políticas educativas, sanitarias y sociales
son una inversión, especialmente
en relación a la infancia, las políticas de apoyo a las familias, la
provisión de cuidados infantiles de calidad y en la eliminación de la
pobreza infantil, se configuran como ejes básicos del llamado modelo o
paradigma de inversión social.
Resulta
fundamental actuar en prevención desde la edad más temprana, apoyar la
conciliación familiar, de apoyo a la infancia y erradicación de la
transmisión intergeneracional
de la pobreza, avanzando paralelamente con un enfoque integrado de
género.
El
Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza es un buen
vehículo para favorecer la promoción y el desarrollo integral de la
infancia y las familias en situación
de pobreza y vulnerabilidad con el objetivo de impedir su transmisión
intergeneracional.
Emiliano García-Page Sánchez
Presidente de Castilla-La Mancha
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Sábado, 27 de Abril del 2024
Sábado, 27 de Abril del 2024
Viernes, 26 de Abril del 2024