En la entrega anterior se puso de manifiesto la
discriminación objetiva que ha sufrido nuestra ciudad desde hace más de 20
años. En esta entrega intentamos hacer ver cómo las políticas de las
administraciones SIEMPRE, por acción o por omisión, tienen carácter
redistributivo:
-Transfieren RENTA de unos sectores de la población a otros
-Transfieren renta de unas regiones a otras,
-Transfieren rentas de
unas CIUDADES A OTRAS,
-Las decisiones políticas transfieren rentas a las clases, regiones y localidades
más ricas o con mayores servicios estatales y regionales,
-Las ciudades que no disponen de servicios públicos adecuados asumen costes
de acceso a esos servicios.
-Los ciudadanos de las localidades discriminadas no deciden sobre las
necesidades reales y son obligados a realizar mayores desplazamientos con la consiguiente
pérdida de tiempo, dinero y quema de combustibles fósiles que emiten CO2.
Estas políticas de las administraciones tienen consecuencias directas sobre la población. Aquí pueden verse algunas consecuencias –no exclusivas- que las políticas del estado y de la región han supuesto para nuestra ciudad,en los últimos 20 años, en comparación con otras ciudades de nuestro entorno:
¿Qué ha pasado? ¿Cómo es posible que la ciudad con mayor
renta de la provincia durante muchos años de la década de los 90 haya pasado,
en 20 años, a ocupar la decimocuarta posición en la renta por habitante?
¿Qué ha pasado para que la ciudad pierda en 7 años más de
3.000 habitantes? Algunos dirán: la crisis. Sí, la crisis, pero ¿Por qué hemos
perdido el triple de habitantes que Valdepeñas o más del doble que Alcázar?
Además de la crisis hay otros factores, pero uno de ellos es
evidente: el estado y la región han hecho sus deberes en Valdepeñas, Alcázar,
Manzanares o Villarrobledo, pero se han olvidado de -o peor aún: han castigado
a- Tomelloso. Las inversiones y los servicios del estado y de la región se han
ubicado en muchas localidades de la provincia y de la región, pero no en
Tomelloso.
Los servicios e inversiones del estado y de la región deben
adjudicarse con criterios públicos, objetivos, verificables. Si se hubiera
hecho así Tomelloso tendría 12 ó 13 ciclos de FP de grado superior adaptados a
las necesidades de las empresas y mirando al futuro; tendríamos tren y un Hospital
con los servicios que el Plan Funcional ordenaba. Tendríamos administración de
Hacienda, Tesorería de Seguridad Social, Conservatorio de Música, Seprona... y
muchos otros servicios e inversiones que se nos han robado conscientemente y
que hubieran significado puestos de trabajo y riqueza para la ciudad.
Ante la realidad descrita en la tabla anterior cualquier
Presidente Regional con sentido de la justicia pensaría en dimitir de su puesto
o en cambiar radicalmente sus políticas. La ordenación territorial de esta zona
de la región ha sido nefasta, aislando a Tomelloso -el núcleo con mayor
iniciativa privada- y potenciando a las ciudades de alrededor. Tomelloso se ha
convertido en el mejor cliente de las ciudades que nos rodean.
Sin servicio ferroviario, con un hospital agonizante, sin
servicios a las empresas y a la ciudadanía, sin una FP amplia y variada, sin
Estación Enológica, sin la Denominación de Origen del Vino o del Queso o del Cordero
Manchego, sin Conservatorio de Música… los tomelloseros se ven obligados a
seguir viajando a las ciudades mencionadas para recibir servicios básicos.
Los tomelloseros seguimos dependiendo funcionalmente de otras ciudades a las
que transferimos rentas cada vez que tenemos que desplazarnos,
Esta es la triste realidad de nuestra ciudad que debe ser modificada de forma radical en
esta legislatura. Sigue siendo verdad lo que decía Ramón Tamames en su estudio sobre Castilla La Mancha de
hace 20 años, cuando afirmaba que
Tomelloso, con más de 30.000 habitantes, recibe los servicios de una aldea de
5.000. Dos décadas después la
situación no ha cambiado: las localidades antes mencionadas han prosperado, han
recibido servicios e inversiones del estado y de la región que han consolidado
puestos de trabajo y una cultura de estado de bienestar, de lo que hay que
alegrarse. En Tomelloso hemos sido olvidados a conciencia, castigados a seguir
siendo, de facto, una entidad menor, una especie de pedanía que abastece a
otras localidades más pequeñas.
Y sí, nuestros melones son excelentes, nuestros vinos
extraordinarios, construimos estructuras metálicas de prestigio internacional, nuestros
chistes son geniales, pero si quieres estudiar FP de Informática o te da un ictus
o un infarto, corre y prepara el coche
que aquí te mueres.
Tomelloso se la juega en estos 4 años. La inauguración de la estupenda nueva Plaza de
España debe suponer el inicio de una nueva etapa, como anunció el periodista
que presentó el acto. Si nuestros gobernantes quieren que Tomelloso deje de
perder población, abandone el puesto de tercera gran ciudad de la región con
más paro y recupere su perdido esplendor tienen que conseguir para Tomelloso
los servicios e inversiones que nos faltan, que ciudades más pequeñas disfrutan
y que nos llevan robando desde hace 20
años.
En la próxima entrega hablaremos de los servicios educativos
de la ciudad y de como más de 100 estudiantes de Tomelloso son obligados a
desplazarse a otros pueblos más pequeñas para estudiar algo que su localidad
debería ofrecerles.
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