La directora de la Biblioteca Municipal “Francisco García Pavón”, Rocío Torres Márquez es siempre un torrente de vitalidad, de pasión  por su trabajo y cercanía con los demás.  Con estas credenciales a nadie puede extrañar el espectacular crecimiento  de la biblioteca que dirige desde hace muchos años. Lejos de acomodarse después de un periplo tan largo, Rocío Torres se ha marcado siempre nuevos retos y objetivos, con la ilusión y entrega del primer día,  pensando siempre esos miles de usuarios que encuentran siempre el mejor servicio. En estos duros tiempos de confinamiento hemos hablado con una mujer que, como podrán comprobar nuestros lectores, sigue mirando la vida con optimismo y profesando un declarado amor a los libros.

-¿Cómo lleva este primer mes de confinamiento?

-Con preocupación y una sensación de mucha incertidumbre y ansiedad. Este virus se ha cebado con nuestra ciudad  y las frecuentes noticias del fallecimiento de personas que conoces son muy desalentadoras. Son muchas horas en casa y las circunstancias son ideales para leer, ver películas o escuchar música, pero cuesta concentrarse en este contexto. Siempre estoy pendiente de las llamadas del móvil o los mensajes de wasap para ver qué pasa con la gente de mi entorno más cercano.

-Abril es el mes del libro e imaginamos que la Biblioteca tendría programada una importante actividad, ¿no es así?

-¡Claro! En torno al Día del Libro estaban programadas numerosas actividades, una vez que concluyera la Semana Santa, actividades pensábamos alargar hasta bien entrado el mes de mayo. Habíamos invitado a un cuentacuentos africano que tenía previsto ofrecer tres sesiones con todos los colegios de la ciudad. Íbamos a presentar también el libro de Pilar Valentín, un poemario muy al estilo de Gloria Fuertes, que se titula “Bichos camperos con mucho salero” que además está ilustrado por alumnos del Instituto Airén. Ellos han realizado un gran trabajo. Yo he tenido el honor de hacer el prólogo a un libro precioso. Y otro de los platos fuertes era la presentación de un libro de Sonia Garcia Soubriet, con dos relatos cortos “Los monstruos de mamá” y “La tía Soraya” que tienen un fuerte componente autobiográfico. Son unos  relatos deliciosos que la autora centra en los tiempos de su niñez y adolescencia, con una clara influencia del estilo de su padre.

-Observo que muchos de los actos van dirigidos a los lectores más jóvenes…

-Sí. Hay que crear cantera. Ya sea con los cuentos o con relatos tan entrañables como nos ofrece Sonia en su nuevo libro se pueden enganchar nuevos lectores. El problema será encontrar fechas para ir celebrando estos actos, teniendo presente también que tendrá que pasar todavía mucho tiempo hasta que podamos celebrar actos con una presencia de público más o menos normal.

-Un libro puede ser una de las mejores compañías en estos momentos, ¿no cree?

-Refugiarnos en la literatura nos puede ayudar a soportar mucho mejor el duro momento que nos ha tocado vivir. Un libro te permite evadirte, reflexionar, reírte, meterte en la piel de los personajes más variopintos…Sí, un libro nos puede ayudar mucho.

-Como es lógico están tomando gran protagonismo los libros electrónicos. ¿Cómo está funcionando este servicio?

-Desde que se declaró la pandemia, la Junta ha reforzado mucho este servicio. eBilbio Castilla-La Mancha contiene numerosos títulos, con un amplio abanico de autores, estilos y tendencias y además te otorgan un tiempo lo suficientemente amplio para leerlo con tranquilidad.  Este servicio que inicialmente se destinaba solo a socios de bibliotecas, ahora se abre a todo el mundo. Solo hay que rellenar un sencillo formulario y se puede disfrutar del servicio durante tres meses. También está disponible otra plataforma muy interesante: eFilm Castilla-La Mancha, donde se pueden encontrar películas, documentales, cortometrajes, series…Hay más de quince mil títulos y el usuario puede disponer hasta de tres películas por semana. Hay muchas opciones para llenar el mayor tiempo del que disponemos ahora.

-¿Por dónde van las preferencias de los lectores ahora?

-Nuestros lectores y usuarios son muy variados, pero en líneas generales  buscan las últimas novedades editoriales. La gente quiere estar a la última y cuando sale a la luz un nuevo libro lo piden rápidamente. Nuestra biblioteca se ha ganado una justa fama de estar siempre a la última. Pérez-Reverte, Almudena Grandes y autores de novela histórica son muy buscados. Cuando sale un nuevo libro, compramos dos y hasta tres ejemplares porque enseguida surge una larga lista de lectores que los buscan.

-Y luego están los lectores que mantienen el apego a los clásicos…

-Por supuesto. Yo estoy releyendo ahora las novelas ejemplares de Cervantes que son una auténtica delicia, con mensajes y planteamientos muy vigentes sobre la condición humanas, a pesar de que han pasado ya varios siglos.  Leo también a Becquer y autores de la generación del 98 por los que siento una especial predilección. Las novelas de Galdós me parecen maravillosas, con esos personajes y esos ambientes que recrea con tanta maestría.

-Teniendo en cuenta lo que nos está pasando ¿ puede apetecer también leer una literatura más futurista y de ficción?

-Hay gente que lee a Orwell, o “La peste” de Albert Camus que, en cierto modo, se puede relacionar con lo que vivimos ahora y  comprobar que estos autores no iban tan descaminados en su imaginación. Leyendolos ahora sus planteamientos ya no nos parecen tan de ciencia ficción.

-Y siempre nos quedará nuestro inmenso García Pavón…

-Pavón es uno de esos escritores que practica un humor inteligente que está al alcance de muy pocos escritores. Ese humor lo necesitamos casi como el respirar y en Pavón lo encontramos en abundancia.  Algo de esto aparece también en autores como Eduardo Mendoza, Miguel Mihura, Jardiel Poncela o Miguel Delibes, este último contemporáneo de Pavón, con el que mantuvo una buena relación. Pavón es genial por sus descripciones, la manera que se mete en la sicología de sus personajes, como ahonda en la manera de ser de cada persona, intentando siempre que aflore lo más puro de la bondad humana. 

-¿Considera usted que extraeremos alguna lección de esta terrible pandemia?

-Quiero pensar que sí. Siempre hay que confiar en el género humano, a pesar de los modos de vida tan estresantes y alocados en los que se ha metido. Hay quienes interpretan esta epidemia como un castigo y yo no lo creo así, ni muchísimo menos. Pero sí nos debe obligar a dar un frenazo, pararnos a reflexionar y recuperar esos valores de cercanía, cariño, amistad, solidaridad…que hemos aparcado un poco. Todo este debe servir también para reconocer  a esos héroes que tanto nos están ayudando ahora, los profesionales de la sanidad, los transportistas, los trabajadores del sector de la alimentación, los agentes de los Cuerpos de Seguridad, vosotros los periodistas.... Hay un libro “Tierra” de Eloy Moreno que es un thriller de misterio muy bien construido en el que se denuncia el maltrato al que hemos sometido nuestro planeta y donde contrasta los aspectos buenos y malos del ser humano. En fin, Interpreto esto como una lección de humildad en el que tenemos que darnos cuenta que somos una parte mínima del universo. Lo ocurrido nos debe conducir a actuar con menos soberbia y más reflexión.