He leído las entrevistas que te ha realizado La Voz de Tomelloso y hemos comentado Pilar, la  mujer de mi vida y yo algunas cosas, que nos han parecido interesantes de tus respuestas, ideas y proyectos para cuando esto termine.

Por supuesto hemos comentado que estás guapísima, como toda tu vida, aunque estés con vestimentas de combate y armamento de lucha contra la enfermedad.

Soy Joaquín Patón. Así de buenas a primeras no me conoces. Con un detalle te vas a acordar. Cuando  cursabas segundo de Bachillerato, el Latín se puso terco y te daba más disgustos de los necesarios.  Con algunas clases particulares superarte, con creces, lo que en principio era una piedra en el camino.

En la panoplia de tu lucha cuentas con eminencias médicas, especialistas en muchas ciencias y gente muy preparada. Lo dices y es verdad. Además te respalda la Fundación Josep Carreras, para la que tienes muchas bendiciones y agradecimientos, porque realmente los merece.

Esta sencilla carta quiere contener otro granito de fuerza, como tantos miles tienes ya de personas generosas y luchadoras en esos terrenos, aporto el mío, el de Pilar y de mis hijos.

No quiero animarte, NO HACE FALTA, ya tienes un aluvión de energía.

Tienes la fuerza de un huracán. Estás arrollando a la enfermedad. Verte con tal belleza, ánimo, entereza y energía es señal inequívoca de que el primer tiempo del encuentro lo has ganado por goleada. La entereza de ánimo y el ímpetu espiritual, que muestras, son fundamentales en el combate y los desbordas por todo tu ser.

Han conseguido una donante compatible. Otro éxito. A la que agradeces, en la entrevista, la vital oportunidad que te da. ¡Dios la bendiga todos los días de su vida!

Ahora hay que concluir la batalla. Estás ya jugando el segundo tiempo, llevas una ventaja considerable (como diría Carlos Moreno, el reportero de La Voz, en sus informes deportivos) y conociéndote, sé que vas a aprovecharla a tope. Sabes que “hasta el rabo todo es toro” y “que hasta las ocho no tiran los cohetes” (expresiones manchegas para denotar que no hay que fiarse nunca del enemigo), por eso tu fuerza vital es más genuina, no funcionas con falsas emociones, ni disfrazadas esperanzas.

Recuerda que los héroes romanos cuando entraban en la ciudad del Imperio eran recibidos con honores, fiestas y vítores por las calles. Eran reconocidos como “Vir triumphalis”. Tú te merecerás el título de “Mulier triumphalis”. No seremos tan folklóricos, como aquellos “romani”, cuando te veamos de nuevo por “las calles de tu querido Tomelloso”, pero “nos va a dar mucho gusto”, (expresión que conoces muy bien y que denota que uno está hasta el corcho de emoción y de alegría).

Deberás ser testigo de tu lucha ante los blandos de ánimo.

Deberás ser testigo del amor de tus personas cercanas, ante los que se sientan solos.

Deberás ser testigo de los milagros que hacen las mujeres y los hombres de ciencia ante los denigrantes de la salud.

Deberás dar testimonio de que el miedo es un “tigre con dientes de papel”, aunque en muchas ocasiones hiele el alma, ante los que se sienten cobardes.

Deberás gritar que el  cáncer, la leucemia y todo aquello que nos hace sufrir tiene los días contados, porque así lo demuestra tu experiencia.

Te deseo MUCHA VIDA para que puedas repartirla a raudales con tu familia, con tus amigos y con los que te rodeen.

Por eso PARA VICTORIA: ¡¡¡VICTORIA!!!

Un beso  con toda la vitalidad del mundo.

Joaquín