Hoy hace 38 años que el Congreso de los Diputados aprobó el
Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha. Meses después se celebraron las
primeras elecciones, en las que la ciudadanía de Albacete, Ciudad Real, Cuenca,
Guadalajara y Toledo tuvo ocasión de elegir una cámara de representantes de las
cinco provincias que habían decidido formar esta comunidad. El día en que el
parlamento celebró su puesta de largo, un 31 de mayo, fue adoptado como el Día
de la Región.
Aunque estos episodios no tengan las resonancias épicas ni los
protagonismos heroicos de los que presumen otros territorios, la aprobación el
10 de agosto de 1982 del Estatuto y la constitución de las Cortes regionales por
vez primera, meses después, constituyen el inicio de la andadura de Castilla-La
Mancha como autonomía. Un kilómetro cero de un recorrido que tiene su origen en
el entendimiento y en la conciliación de intereses, para levantar un proyecto en
común que se ha desarrollado no con el deseo de ser más que nadie, sino con la
imperiosa necesidad de no ser menos que los demás territorios que conforman
nuestro país.
Son acontecimientos de los que muy pronto se cumplirán nada
menos que cuatro décadas de trayectoria y que hay que celebrar como se
merecen. Porque son cuatro décadas en
las que nuestra región y sus gentes hemos progresado mucho gracias a una
atención específica y decidida en áreas tan fundamentales para nuestras vidas como
la sanidad, la educación, las políticas sociales o el despliegue de
infraestructuras.
Castilla-La Mancha ha ganado en calidad de vida y hoy es una
comunidad joven y moderna. La comparativa en los pueblos y ciudades hace
cuarenta años y ahora constituye el mejor argumento para seguir creyendo en
esta región y en el Estatuto de Autonomía, la norma fundamental que dio inicio
a este proyecto en común y que sostiene la arquitectura administrativa de la
Junta de Comunidades, en la que se basan estos logros.
Por delante queda, por supuesto, el reto de reformar este Estatuto.
Una tarea pendiente que, como presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha,
animo a abordar a nuestros representantes, para que una herramienta que se ha revelado
fundamental durante las últimas décadas lo sea también para construir un futuro
tanto o más próspero para los habitantes de nuestra región en pleno siglo XXI, afrontando
las particularidades y desafíos de estos tiempos. Las crisis sanitaria y
socioeconómica derivadas de la pandemia del coronavirus nos alertan de la necesidad
de seguir respondiendo a los problemas de la gente de manera útil desde las
instituciones.
Por eso hoy, en el 38 aniversario del Estatuto de Autonomía,
quiero invitaros a defenderlo dentro de la Constitución y reivindicando a su
vez su fantástico encaje en la unidad y la integridad de nuestro país, que es una
España diversa, como lo es también nuestra región. Una comunidad que tiene en
la conjunción de sus territorios y en la complementariedad de todas sus gentes una
de sus principales fortalezas. Esta diversidad es, sin duda, un elemento
enriquecedor en nuestro propósito de seguir avanzando juntos y juntas. Por eso
os invito a que, a través de la celebración del Estatuto de Autonomía, reivindiquemos
una Castilla-La Mancha mejor.
Pablo Bellido
Presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha
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Viernes, 26 de Abril del 2024
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