Siempre es un placer reencontrarse con Montse Jiménez.
Después de casi medio año, nos citamos con ella en una churrería de Tomelloso.
La cara visible del colectivo Las Supernenas ha acometido el Camino de Santiago,
los últimos 200 kilómetros de la ruta portuguesa, y está en plena faena de
distribución y presentación de su libro “¿Por qué yo? Cuando el cáncer te
enseña a vivir”, recién salido de la imprenta.
Es la tercera vez que Montse Jiménez lleva a cabo el Camino
de Santiago «este año era un poco difícil. Pero me dije, si has estado
metida durante tres meses y tres días en la boca del lobo, por qué no vas a hacer
el camino al aire libre». Este
periplo le ha servido para disfrutar y «retomar la vida».
Cuenta Montse que este año, el comienzo le costó, las
piernas respondían peor. Ha hecho el Camino Portugués, que trascurre por la
costa «fui prácticamente caminando a la orilla del mar». Ha ido
acompañada por otras dos personas.
A Montserrat volver a hacer el Camino de Santiago le ha
servido «para soltar el lastre de estos meses pasados que ya me pesaba. Me
he sentido muy feliz porque he podido conectar con la vida de un modo que ya
casi no me acordaba. He compartido esta odisea con las personas ideales». Y
es que, ese camino de las estrellas, nos sigue relatando «está impregnado de
un no se qué que te hace más libre. Esa sensación es la que a mí me gusta
porque es el registro de mi personalidad».