Mantener un negocio tiene su dificultad en cualquier ramo o sector, pero mucho más si hablamos de tiendas de discos y películas sobre las que han confluido todas las amenazas posibles:  el  insaciable internet, plataformas digitales, grandes superficies, la crisis que afecta al pequeño en comercio en general, el maldito covid-19…Pero hay gente que resiste y enfrenta las adversidades que se pongan por medio. En Tomelloso hay un buen ejemplo: Javier Blanco Cabezuelo. 

Treinta y cuatro años después, sigue abierta y con buen estado de salud la tienda de discos. El establecimiento forma parte del paisaje urbano del centro de la ciudad en la esquina de las calles Independencia y Monte. Los amantes de la música y el cine acuden a este santuario de la cultura sabedores de que encontrarán calidad y la cercanía y trato exquisito de Javi.

Cuando Javier Blanco echa una mirada atrás siente un poco de vértigo, pero también el orgullo y satisfacción del trabajo bien hecho. “Queda lejos ya aquel año 1986 en el que abrí la tienda. Afortunadamente aquí sigo, en el mismo lugar y con las mismas ganas. Es cierto que ha habido tiempos mejores, sobre todo los noventa y los primeros años dos mil, que fue cuando el CD se cargó al vinilo. Pero curiosamente ahora llevamos unos años en los que el vinilo ha resurgido con mucha fuerza, tanto es así que ha hecho desaparecer casi al CD”. 

La curiosa tendencia puede que tenga que ver con una estrategia de la industria de la música para defenderse de esas amenazas a las que aludíamos al principio del artículo. “Puede ser que sea una vía de diferenciación de  plataformas , spotifys  y otras herramientas parecidas. El vinilo es algo que la gente colecciona o regala, que te impacta ya por su presentación y su feliz retorno ha propiciado que se restauren viejos tocadiscos o que se adquieran modelos de antes”, explica.

Blanco tiene estructurado su negocio en dos partes: la música y el vídeo club. “Aunque mucha gente me asocia más al vídeo club, el tema principal del establecimiento ha sido siempre la música. Lo más castigado ha sido el vídeo club por la aparición de las plataformas digitales y para mayor dificultad el cierre de los cines en estos meses de atrás ha provocado que no podamos ofrecer estrenos. Nos han quedado unos meses de vacío sin estrenos, prácticamente hasta después de Navidades, salvo que las distribuidoras decidieran acortar el plazo de seis meses desde que se estrena en una sala de su cine a su llegada a los videoclubs, pero no creo que esto ocurra”. Abundando en esta reflexión, Javier Blanco asevera que “los videoclubs pueden tener los días contados”.

Pero tantas circunstancias adversas se han superado gracias a la fidelidad de una clientela a la que Javier se muestra eternamente agradecido por su complicidad y confianza. “Hay muchos clientes que coleccionan música y que siempre están ahí”.

Abordamos las tendencias actuales de la música que, y en esto coinciden entrevistado y periodista, no atraviesa su mejor momento. “Tienes que irte muchos años atrás, a los ochenta , para encontrar calidad. A partir de los noventa y primeros años dos mil, la música se fue deteriorando, por lo menos en España. A una persona joven le hablas de los Beatles o Elvis Presley y a lo mejor no los conoce o les suena un poco por sus padres. Gracias al retorno del vinilo la gente está conociendo cosas antiguas. Yo respeto todas las tendencias y movimientos musicales que puedan existir, pero algunos me parecen una castaña. Además ese tipo de música no está en cds y en vinilo mucho menos. Todo es a través de internet”, argumenta.

Sigue apostando por géneros como el jazz, soul, blues, los grandes clásicos como Diana Ross, Miles Davis, Diana Marvin, Ella Fitzgerald….y luego rock clásico como los Eagles, Beatles, Rolling Stones, a los que Blanco va nombrando con el respeto que merecen estos grupos y cantantes descomunales. ”En el vinilo intento siempre estar en esta línea de calidad”. En el cine, Javier Blanco cuenta que los gustos se inclinan hacia el cine de acción y comercial. “Tengo un buen catálogo de cine clásico, pero salvo algún cliente determinado, no se alquila demasiado”.

Javier Blanco espera seguir en su negocio todo el tiempo posible. Con la grabadora en off recordamos viejos tiempos de otra de sus grandes pasiones, el baloncesto, que daría para otra entrevista. La haremos, seguro, porque siempre es un placer hablar con Javi Blanco, que mantiene en pie su negocio con categoría, entrega y mucha dignidad.