Este viernes se ha presentado en el Ayuntamiento de Tomelloso
el Premio Nacional de Retrato Francisco Chacón. El acto, que ha tenido lugar el
día que habría cumplido los cien años, ha servido como homenaje a Francisco
Chacón Martín-Albo, “Kiko el retratista”, el entrañable fotógrafo que fue
memoria viva de Tomelloso.
Ha sido un sencillo acto que ha contado con la presencia de la
alcaldesa, Inmaculada Jiménez; el exalcalde Javier Lozano, la concejala del Cultura,
Nazareth Rodrigo y parte de la familia recordado fotógrafo. Participan en el certamen el Ayuntamiento de Tomelloso, Recuerdos de Papel y DeSoft.
La alcaldesa ha destacado que este viernes es un día
importante para la familia Chacón, ya que Kiko habría cumplido cien años.
Inmaculada Jiménez ha recordado que hace pocos días, el Ayuntamiento de
Tomelloso homenajeó a Inma y Mayka Chacón, hija y nieta respectivamente de Kiko,
que forman parte de una gran estirpe de fotógrafos “manteniendo vivo el
espíritu de alguien tan querido por Tomelloso”.
Era necesario presentar este día el Premio Nacional de
Retrato Francisco Chacón, ha proseguido Jiménez, “dado que la familia ha
querido celebrar el centenario de forma especial”. Con un galardón que da nombre
a alguien tan conocido por todos los vecinos, ha señalado. Por ello, la
alcaldesa ha querido destacar el cariño y la amabilidad de un fotógrafo que por
su estudio han pasado muchas generaciones de tomelloseros y tomelloseras.
Jiménez ha valorado que el premio va a poner de manifiesto algo tan importante
como la fotografía “captar con el objetivo de la cámara el sentimiento y la
belleza, algo para lo que todo el mundo no tiene la sensibilidad necesaria para
hacerlo”. Una sensibilidad que han heredado los hijos y nietos de Kiko.
Un hombre honesto
Javier Lozano ha comenzado su intervención pidiendo
disculpas “por una actitud que no se entiende demasiado bien. Parece que soy
bastante contrario a aparecer en actos públicos y mucho más, cuando se trata de
algún homenaje a mi persona”. El exalcalde ha explicado que cuando terminó su
segundo mandato en la Corporación “los tomelloseros ya habían tenido bastante
Lozano y decidí que no estaría mal que desapareciera de la escena pública al
menos veinticinco años. Pero poco a poco, esos años han pasado”. Aún así, ha
habido excepciones, “siempre por una relación personal con la persona
homenajeada”. Una de ellas fue el nombramiento de Tomellosero Ausente a Marcelo
Grande “y por la amistad con Kiko acepté la presentación de este premio
fotográfico”.
Lozano conoció bastante a Francisco Chacón “teníamos
encuentros muy prolongados en la tienda de Serafín Herizo. Un sitio donde caía
un montón de gente a cualquier hora del día”. Allí, “Kiko, Serafín y yo,
teníamos grandes charlas, ha señalado Lozano. Unas conversaciones “en las que
no llegué a conocer la biografía del fotógrafo porque hablábamos de otras
cosas, una de ellas era mi familia. A él le gustaba traer recuerdos de las
gentes próximas a aquellos con los que se juntaba”. Lozano ha manifestado su
recuerdo proustiano de los olores del Casino de San Fernando en su niñez.
Aún no sabiendo gran cosa de la vida de Kiko, Lozano ha
querido destacar una característica importante “fue un hombre cabal. De esos
que junto a otros y de una forma anónima, van tejiendo la pirámide que la
humanidad construye desde hace 300.000 años”. Una humanidad que se teje “no con
los relumbrones sino a base de miles de millones de pequeños ladrillos que cada
uno va poniendo en el curso de su existencia. Si eso se hace con honestidad es
suficiente para que el rastro de esa persona no desaparezca”.
“Kiko fue un hombre de bien, que pasó sin ruido por el
mundo, dejando su rasilla en su sitio y haciendo dos cosas muy importantes”. La
primera, que “mantuvo una familia de proporciones bíblicas”, lo que conlleva
que su memoria sea inextinguible. Pero no solo “concibió a esa abundante
progenie, sino que a la mayoría le trasmitió el amor por su propio oficio”, ha
destacado Lozano. El exalcalde con el homenaje a Lozano ha querido reconocer “a
los tomelloseros y a todos los hombres y mujeres que en cualquier rincón tiene
como principal misión y compromiso hacer bien su trabajo y llevar una vida
honesta que sea ejemplo a quienes le siguen”.
El respeto y el amor de Kiko por su trabajo
Inma Chacón, muy emocionada por los constantes recuerdos y
alusiones a la figura de su padre, ha puesto de manifiesto el orgullo que
supone “todo lo que nos enseñó, y el respeto y amor por su trabajo”. Ha
mostrado su orgullo “por ser hija de Kiko. Él nos enseñó el respeto y el amor
por su trabajo y sobre todo a las personas que confiaban en nosotros”. Para la hija del homenajeado es grato que “después
de tantos años, la gente siga recordándolo, destacando su talante amable y su
trabajo”. El homenaje que nace hoy y que Chacón desea que permanezca en el
tiempo “sirve para agradecerte lo que soy, con el legado de lo que tu fuiste”.
Sobre la convocatoria, mostró su deseo porque “la belleza, el retrato y su
persona deben ser los pilares de este concurso y mantener vivo los recuerdos
mágicos que tengo y su carácter tranquilo”.
Inma ha recordado, sus primeras experiencias con su padre,
una persona que “llenó mi infancia de recuerdos mágicos”. La fotógrafa ha
destacado el carácter tranquilo de su padre “y que allí donde fuéramos teníamos
un amigo”. Un hombre que amaba a los suyos pero que “a nadie miró nunca con el
orgullo que miró a su mujer”.
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Viernes, 9 de Mayo del 2025
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