Tomelloso

El proceso de vacunación contra la COVID-19 acelera en el Hospital de Tomelloso

La Voz de Tomelloso pudo conocer como se trabaja en un circuito en el que ayer se vacunaron 630 personas

Carlos Moreno/Francisco Navarro | Viernes, 16 de Abril del 2021
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El proceso de vacunación contra la COVID-19 marcha a muy buen ritmo en el Hospital de Tomelloso. Ayer fueron citadas 630 personas de la franja de edad de 70 a 79 años, que fueron siguiendo un circuito perfectamente organizado. La entrega y profesionalidad de los sanitarios unidos a la buena predisposición de los pacientes está propiciando un fluido desarrollo de una campaña que en Tomelloso se inició el 4 de enero con el personal sociosanitario de las residencias.

El circuito se ha diseñado con criterios de racionalidad y eficiencia. Cada paciente tiene su hora de citación. Las personas esperan primero fuera, entran por la puerta principal y posteriormente dan sus datos y se comprueba que ha sido citada en cuatro puestos de admisión. El siguiente paso es el de la vacunación. Los enfermeros vacunan en dos puestos, mientras que otros enfermeros cargan los viales. Uno de los circuitos prosigue hacia arriba, donde las personas descansan quince minutos y se comprueba si alguno de ellos tiene una reacción alérgica o cualquier otro problema que pueda surgir. Y otro circuito continúa por abajo. Al final salen por una puerta distinta a la que entraron con el fin de evitar aglomeraciones.

 Aunque ayer se vacunaban personas del tramo de 70 a 79 años, también se atendió a algunas personas de más de 80 que, por distintos motivos: confinamientos, estar ingresado o por  estar sometidas a algún tratamiento, no se pudieron vacunar en su día. El enfermero que coordina el proceso, David Serna, recuerda que “en Tomelloso se ha seguido rajatabla el protocolo de prioridades establecido para vacunar a los grupos de población. Hoy hemos vacunado a 630 personas, pero en Sábado Santo vacunamos a más de mil. Lo hacemos por la tarde, cuando el hospital apenas tiene consultas y está mas vacío con el fin de garantizar la seguridad de los pacientes”.

El ritmo de vacunación es de unas cuarenta personas cada cuarto de hora. Serna explica que “el equipo de vacunación lo componemos ocho personas, pero nos apoya más personal, como la enfermera de salud laboral, el técnico de prevención de riesgos laborales, los supervisores, celadores y efectivos de Protección Civil”. El enfermero explica que se vacuna con Pfizer “aunque ya sabemos que la vacuna que se pone va en función del tramo de edad. Mayores de 70 años y gente con patologías catalogadas de alto riegos reciben la vacuna Pfizer; de 60 a 69 años es con astrazeneca y por debajo de sesenta seguimos esperamos indicaciones”.

David Serna valora el alto grado de asistencia. “El martes pasado de 630 personas, solo fallaron cuatro. Pero siempre tenemos en reserva personas que se ha quedado a las puertas de ser llamadas. De este modo, si alguien falla, seguimos tirando de la lista. Pero son pocas las que fallan. De las aproximadamente 65.000 personas que hay en la gerencia, estimamos que ya hemos vacunado a más de doce mil”.

En el historial de cada paciente se graba su vacuna con su lote y la fecha en la que se le ha puesto “y así automáticamente el sistema nos dice cuando le corresponde la segunda dosis”, indica Serna que también nos explica otro cuidado detalle, “el técnico de prevención siempre está midiendo los índices de dióxido de carbono para comprobar que la ventilación es óptima. Pero en cualquier paso  tenemos un pasillo que nos conduce en treinta segundos a urgencias por si ocurre algo. Además, la propia infraestructura del Hospital, con amplios vestíbulos que permite trabajar muy bien. En Hospitales más antiguos ha costado más organizar el proceso”.

Al final, los pacientes se encuentran un simpático photocall con las figuras de Don Quijote y Sancho Panza con una cita de la gran obra de Cervantes que se amolda perfectamente a la situación actual: “Sábete Sancho que todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el bien ni el mal sean durables y aquí se sigue, que habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca”. El Quijote siempre vigente, también en esta pandemia que ya vamos doblegando y se percibe en la foto de familia final que realizamos a los profesionales, con muchos de ellos haciendo el signo de victoria. 


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