Con “La persistencia de la memoria”, Eduardo Savago López ha
ganado el Premio Félix Grande de la Fiesta de las Letras 2022. Un relato en el
que el autor habla de la vejez, concretamente de su madre. Lalo, que así le
dicen los suyos, Savago se siente muy contento con el galardón, sobre todo nos
cuenta, porque ha conseguido emocionar con su escritura.
Las nuevas tecnologías permiten al periodista charlar en la
distancia, pero cara a cara, con el escritor. Savago es cercano, atento y se le
nota muy ilusionado con el premio que le confirma ha elegido un buen camino en
la escritura, a la que llegó hace cinco años. Es militar, como antes lo fue su
padre y un hermano, y se confiesa un friki absoluto de todo lo asiático,
especialmente de lo chino. Es profesor de mandarín, obtuvo un premio de
traducción en ese idioma, y también pinta.
—¿Qué ha supuesto para usted recibir este premio?
—Pues mire, necesitaba un reconocimiento. Soy también
profesor de chino y recibí un segundo premio por la traducción de una novela en
ese idioma. Aquello fue importante, pero obtener el Félix Grande me es muy
grato porque significa que he conseguido emocionar. Algo básico para mí dado
que es lo que buscaba.
—¿Lleva mucho tiempo dedicándose a la escritura?
—Desde hace aproximadamente cinco años. Tengo la suerte de
que mi padre lo hacía. Además, tengo un hermano, gemelo, que ganó en 2019 el
Premio Vargas Llosa y un amigo íntimo ganó el Minotauro de Planeta. Ellos dos
me han aconsejado mucho como expresar mis ideas de manera que mis palabras transporten
esa sensación de ausencia del relato que ha ganado.
—¿Cuál es su relación con Tomelloso?
—La familia de la mujer de mi hermano Javier es de allí y
hemos ido a Tomelloso muchas veces. Mi hermano sigue trabajando en esa ciudad
desde hace muchos años. Me pareció precioso presentarme a un concurso literario
nada menos que donde vive mi hermano. Cuando me llamarón para anunciarme el
fallo fue una gran alegría, un premio de una supuesta superior categoría no
habría representado tanto para mí.
—¿Qué va a encontrar el lector en “La persistencia de la
memoria”?
—Soy militar y el año pasado estuve en una misión en Senegal
para ayudar a la gente de ese país. Visitamos orfanatos y pude percibir lo que
hay allí que es un escándalo. Hay una población muy joven con poca esperanza de
vida; hay mucha mortalidad. Me di cuenta como se plantean la falta de un ser
querido, que puede ser un niño en la mayoría de los casos, y como se da aquí en
occidente, en el mundo civilizado. Cuando faltó mi padre, tuve un referente
claro de lo que era la ausencia porque su figura fue muy importante para mí. Mi
madre es la protagonista del relato. Tiene 94 años y se rompió la cadera hace
unos meses, fue una mujer verdaderamente empoderada; tuvo cinco hijos y ha sido
siempre el catalizador de los problemas familiares. Ahora ella ha perdido el norte,
con la medicación de la rotura de cadera ya no es la misma, ella no ella.
—Entonces, ¿cuenta la gesta de su madre?
—No es un relato que hable de ninguna gesta, es un hecho
doméstico pero que trasciende. Quiero destacar como, a pesar de todo, esta
señora que es una luchadora no puede vivir sola, pero ella no lo quiere
reconocer. Esto era lo que quería contar y al hacerlo disfruté mucho porque
conjunté otra pasión mía que es la pintura.
—Parece usted de Tomelloso…
—(Se ríe) Dalí es uno de mis pintores favoritos, especialmente
“La persistencia de la memoria”, el cuadro de los relojes blandos que da nombre
al relato. En ese sentido, e inspirado por el artista de Figueres pinté un
cuadro de una persona mayor en España.
—Dado que se confiesa bisoño en las lides literarias no
me sustraigo a preguntarle, ¿el escritor nace o se hace? ¿Se puede aprender a
escribir?
—Sí, se puede. Mi hermano lo demostró pronto
y fue el que me animó a hacerlo. Ha sido un regalo increíble.
—¿Conocía la Fiesta de las Letras? ¿Sabía
que en Tomelloso cerramos nuestra feria honrando a las artes y a la cultura?
—Me parece una gesta muy difícil que
Tomelloso mantenga la Fiesta de las Letras durante todo este tiempo. Me encanta
el nombre y más que se de en un lugar donde el resto de España podemos pensar
que se trabaja mucho o hace mucho Carlos, pero que hay una inquietud literaria
y artística elevada. En ese sentido, le confieso que Félix Grande me gusta mucho
y, sobre todo, su capacidad para hacer muchas más cosas.
—¿En qué está trabajando, literariamente
hablando?
—He estado
en una escuela de escritura y ha sido dejarla y ganar este premio. Quiero
seguir escribiendo, me levanto a las cinco de la mañana a hacerlo porque a la
siete me tengo que ir al trabajo. Ahora quiero escribir algo relacionado con
Senegal, aunque creo que es algo complicado, lo voy a intentar.
—¿Ha probado a escribir más de diez
folios?
—Estoy intentándolo, pero quiero sentirme
más seguro con los relatos. Pero bueno, hay grandes autores como Borges o
Cortázar que han cultivado el cuento y lo han hecho muy bien. Estoy muy a gusto
con el cuento, pero una novela es mi objetivo.
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Lunes, 5 de Septiembre del 2022
Domingo, 4 de Septiembre del 2022
Domingo, 4 de Septiembre del 2022
Viernes, 26 de Abril del 2024