Opinión

¿Un Velázquez en Tomelloso?

Juan José Sánchez Ondal | Martes, 13 de Diciembre del 2022
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Es sabido que por indicación de su maestro y suegro, Francisco Pacheco, que preparaba un Libro de descripción de verdaderos retratos de ilustres y memorables varones, Velázquez retrató en Madrid al poeta cordobés  don Luis de Góngora y Argote en 1622.

Varios cuadros que le representan en idéntica postura y con la misma indumentaria, se han disputado ser el original: el existente, desde 1931, en el Museo de Bellas Artes de Boston, de 51 x 41 cm, adquirido en Londres procedente de la colección del marqués de la Vega-Inclán; el del Museo del Prado, de 59 cm x 46 cm,  y el del Museo Lázaro Galdiano de 72,2 x 64,5 cm.

En este debate, en primero de diciembre de 1948,  la prensa daba conocer, en primera página, que Tomelloso echaba su cuarto a espadas en el tema.

“Un original de Velázquez en Tomelloso”, titulaba la noticia el diario político de Salamanca “El Adelanto” y “Góngora, por Velázquez, en Tomelloso”,  lo hacía el “Imperio”. Diario de Zamora de Falange Española de las J.O.N.S., Año XII Número 3681.

En el primero, con información procedente de la agencia “Logos”,  tras mencionar los tres retratos entonces conocidos, informaba: “El original del retrato de Góngora, por Velázquez, se encuentra en Tomelloso y pertenece al coleccionista don Antonio Vázquez Campos…Este nuevo retrato ahora aparecido está hecho en 1622, y es, seguramente, el original.” Algún detalle más ofrecía “Imperio”, de fuente de la agencia “Cifra”. Rotundamente sostenía que “El original del retrato de Góngora, por Velázquez, se encuentra en Tomelloso y pertenece al notario y coleccionista don Antonio Vázquez Campos, según manifestación del restaurador del Museo del Prado don Jerónimo Seisdedos que acaba de contemplarlo en dicha ciudad.” 

Incluso en inglés, Espagne  o Spain - 1948  [Madrid: Oficina de Información Española], 01/01/1948, p. 100, daba a conocer la noticia en los siguientes términos:

   

Recordamos a don Antonio y conservamos algunas escrituras autorizadas por él, y a su familia: su esposa doña Margarita Fernández-Villa y Dorbe, hermana de don Juan José Fernández Villa, Secretario del Ayuntamiento de Madrid, con el que traté desde mi ingreso en dicho Ayuntamiento en 1965, hasta su fallecimiento en 1971; su prometedor y malogrado hijo Antonio y  sus hijas.  Sabía de su afición al coleccionismo, a  la pintura, a la poesía y, en general,  a las bellas artes.  Camilo José Cela, aludió a él en su artículo “Tomelloso”  publicado en el diario Arriba del 17 de junio, 1947, en estos términos: “…un notario epicúreo, paisano del escritor[1] que entiende de coñac, de Velázquez, de arquitectura y de Derecho inmobiliario”… 

Y hemos sabido que Jerónimo Seisdedos fue un eminente restaurador del museo del Prado desde 1922, y uno de los profesionales más reconocidos de su época, autor de  espectaculares recuperaciones de las telas del Greco y uno de los intervinientes en la preparación de los cuadros del convoy de once camiones que en los años de la guerra trasladaron las pinturas más representativas del Museo del Prado.

¿Qué fue del supuesto Velázquez de don Antonio Vázquez Campo?

El que fuera nuestro profesor de Geografía e Historia del colegio de Santo Tomás de Aquino, don Francisco Pérez Fernández, bajo el pseudónimo de “Juan de la Mancha”, meses después de aparecer la noticia, publicaría el artículo  “La colección Vázquez Campo” en el último número de  la revista “Albores de Espíritu” Nº 31 pp. 5-8 correspondiente al mes de mayo de 1949, al que hemos tenido acceso por gentileza, esta vez,  de la eficiente  empleada de la Biblioteca municipal de Tomelloso, Gracia.

En él don Francisco recorre la colección de la pinacoteca de don Antonio y al llegar a la obra de la que hablamos, parece admitir la autoría velazqueña,  en particular en una frase  que nos suscita duda al decir “el retrato transparente, ante todo una fuerte lucha del pintor con el modelo para apresar los rasgos más característicos del gran poeta, y en forma tal que elimina toda duda sobre su originalidad.” ¿Quiere decir don Paco que el retrato de don Antonio elimina toda duda respecto de la autoría velazqueña? ¿O se refiere a la originalidad interpretativa del pintor al confeccionar el retrato originario cualquiera que sea éste? Veamos lo que escribe:

“Retrato de Góngora.- Por Velázquez. Lienzo de 59 x 44. Como realizado en el primer viaje de Velázquez a Madrid (1622),  corresponde a su última técnica sevillana en la que se anotan ya indudables reflejos de la pintura del “Greco”, que precisamente en aquella fecha contempla por vez primera. Aquí coinciden –cosa que no siempre sucede con Velázquez- la línea cronológica y la evolucional de su pintura, significándose claramente la posición intermedia entre el retrato de Hombre en busto, generalmente reputado como de Pacheco, y el retrato de Hombre joven, que son los números 1209 y 1224 del Museo del Prado. El retrato de Góngora, hecho por encargo del suegro de Velázquez para trasladarlo a su “Libro descripción de verdaderos retratos de ilustres memorables varones “, tuvo además esta finalidad: la de que los amigos de Pacheco en Madrid pudieran percibir las rotundas facultades  pictóricas de su yerno. De aquí que Velázquez hubiera que darse de lleno a la empresa y que el retrato transparente, ante todo una fuerte lucha del pintor con el modelo para apresar los rasgos más característicos del gran poeta, y en forma tal que elimina toda duda sobre su originalidad.

¿Qué tristeza interior, qué nota melancólica nubla la agudeza visual, casi de picardía, del poeta altisonante y festivo, a la vez que contrae sus sensuales labios? ¿La enfermedad?  ¿Los desengaños cortesanos? Velázquez prende su enigma, como siempre, dentro de su ajustado término medio de amasar con alma  la piel, el cabello y las pupilas de quien tenía delante.

Dicho cuadro formó parte, como tal Velázquez, de la colección de excelentísimo señor don José Núñez del Prado, que atesoró en el siglo pasado, además  de éste, otros cuadros de firmas sobresalientes, y fue adquirido de unos de sus herederos por su actual propietario, después de detenidos estudios que duraron años ya que entonces el barniz que lo cubría había adoptado una pátina verdosa que impedía ver detalles importantes del mismo. El señor Vázquez Campo removió personalmente dicha capa de barniz, y barnizado nuevamente, quedó el cuadro en su  estado actual.”

Nos habla don Francisco de la tristeza interior que revela el retrato de Góngora y de la contracción de sus sensuales labios, pero descarta, prudente, resaltar la prominente nariz que inspirara a su enemigo literario Quevedo, el famoso y magistral soneto que nos  leía Pavón en clase:

“Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.
 

Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.”
 

Y nos da don Francisco la procedencia del cuadro de don Antonio: “la colección del excelentísimo señor don José Núñez del Prado”, de cuyos herederos fue adquirido, en la que nos dice que figuró como tal Velázquez”. Suponemos que se trata del jurista militar, político y escritor  José Núñez de Prado y Fernández, (Montilla (Córdoba), 20.XII.1824 – Madrid, 15.IV.1894).

 Hemos tratado de obtener más información al respecto y hemos dado con la mención de otros dos retratos subsistentes: el procedente de  la colección Ramón Aras Jáuregui, en Bilbao y actualmente en San Sebastián, restaurado en 1910 y muy recortado hasta dejar solamente la cabeza, y el que perteneció al marqués de Cabriñana, Don Ignacio María de Argote, descendiente del retratado, de 81 x 61 cts.,  que lo donó al Museo Iconográfico de Madrid y posteriormente pasó al Museo del Prado, siendo depositado en la Academia de la Historia, donde se conserva en la actualidad,  de mayores dimensiones, con brazos y manos que sostienen un bonete de sacerdote.



Según Fernando Marías[2], entre los diferentes retratos de Góngora que por Madrid circularon menciona “Un retrato anónimo ("Retrato de un clérigo que es de Don Luis de Góngora", de tres cuartas de vara y tasado en 150 reales), pasó en 1674 de las manos de don Antonio Ramírez de Prado a las de don Pedro Ramírez de Guzmán….[pero] Ninguno de ellos puede  identificarse con versión alguna de los retratos que han llegado hasta nosotros.” Ramírez de Prado, no es el José Núñez de Prado del que lo adquiriera don Antonio Vázquez Campo y las medidas (tres cuartas de vara, unos 72 centímetros, tampoco coinciden con los 59 x 44, del descrito por Francisco Pérez.

En 1955 José López Jiménez, bajo el pseudónimo de Bernardino de Pantorba publica el libro titulado “Vida y obra de Velázquez” en  el que al tratar del retrato de Góngora realizado por éste, menciona los poseídos por el Museo de Boston, el del Museo del Prado y el Lázaro Galdiano así como el de  don Antonio Vázquez Campo, más el de don Ramón Aras Jáuregui, en Bilbao. Después de citar la opinión de Romero de Torres que menciona  en 1913 dos copias viejas que estaban en Córdoba, uno del conde de Torres Cabrera y otro de los herederos de don José Núñez de Prado, “sin valor artístico”,  se refiere textualmente al de don Antonio en los siguientes términos:
“Copias indudables del retrato de Boston, y muy inferiores a él son tres que conocemos: la del Museo del Prado, la del Museo Lázaro y la que posee en su casa de Tomelloso el notario don Antonio Vázquez Campo” (p. 80). Ésta “que pertenece a don Antonio Vázquez Campo de Tomelloso, mide 59x44 centímetros. En su parte superior se lee, escrito con versales: EL RACIONERO DON LUIS DE GONGORA. A fines de 1948, algunos periódicos españoles publicaron la noticia de que en poder de dicho señor encontrabase “el original del retrato de Góngora” y que de ello certificaba el restaurador D. Jerónimo Seisdedos. La pintura no se halla en buen estado y presenta repintes antiguos. Su propietario se opone, según él mismo nos comunica, a que sea sometida a una restauración, ni siquiera a una limpieza profunda, y sólo ha permitido que se le quite una capa verdosa de barniz, bajo la cual perdía el cuadro detalles interesantes. Don Salvador Martínez Cubells[3], en carta conservada por el señor Vázquez, manifiesta que tenía este retrato por original de Velázquez.” (p. 81).

Finalmente, en la página 217, al tratar del de la colección de D. Ramón Aras Jáuregui, escribe: “Si es evidente que los retratos del Prado, el Museo Lázaro y la colección Vázquez Campo no pasan de copias, más o menos felices, del de Boston, es evidente también que el de la colección Aras no pertenece a ese grupo de copias y muestra todo su sabor de pieza original…”

Estos párrafos que hemos transcrito debieron afectar seriamente a don Antonio Vázquez por cuanto ponían en tela de juicio autenticidad de su cuadro, hasta el extremo de presentar la correspondiente demanda contra su autor según hemos podido saber  por el siguiente documento del abogado don A.PEREZ CRESPO existente en el archivo General de Murcia[4]:

“Copia de la demanda presentada al Juzgado de Primera Instancia en Madrid por Félix Quesada Mas, procurador de los Tribunales, en representación de Antonio Vázquez Campo, notario y vecino de Tomelloso (Ciudad Real), contra José López Jiménez, escritor con seudónimo Bernardino de Pantorba, por unos comentarios escritos en las páginas 80, 81 y 217 de su libro la Vida y Obra de Velázquez, publicada en marzo de 1955, desacreditando un retrato de Góngora pintado por Velázquez. Dicho cuadro Antonio Vázquez Campo adquirió a Socorro Núñez de Prado y Pineda de la Corte, vecina de Córdoba.” 24-4-1956.

Desconocemos más detalles del pleito y cómo terminó éste y suponemos que con el traslado de don Antonio como notario de Bilbao y después de Burgos, el cuadro abandonaría Tomelloso.



Madrid, 11 de diciembre de 2022.

 [1] Don Antonio era natural de  Chantada. Lugo,   (1899 - Burgos  26 de diciembre de 1976)

 [2] EL RETRATO DE DON LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE - BNE

 http://www.bne.es › img › gongora_estudios_03 

[3] Salvador Martínez Cubells (Valencia1845-Madrid1914).  Pintor y restaurador de pinturas. 

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