El tiempo está
metido en agua, pero las mulas “Cortijera” y “Arvellana” van haciendo buen
surco en un liego de la Huerta Marquina, muy cerca de Tomelloso. Las lleva
primero Florencio Montero y después le releva Antonio Navarro, ambos, ataviados
con la típica blusa tomellosera y el pañuelo de yerbas, trabajan con una destreza admirable. La
tierra está hecha barro y los animales resoplan por el esfuerzo, pero
van haciendo el surco derecho y hondo. Los gañanes las alientan con cariño a las
mulas, ¡venga Cortijera, ale Arvellana¡” y llegan al final donde trabajosamente
las mulas darán la vuelta para empezar otro surco.
La Voz de
Tomelloso ha querido ser testigo del reportaje que Castillla-La Mancha Televisión
quiere realizar sobre mulas y carreros, ancestral tradición a la que Tomelloso
debe todo. El trabajo saldrá en el programa “Ancha es Castilla-La Mancha” en
una o dos semanas. En la rotonda del
Eroski, Nicómedes ha quedado con la gente de la cadena autonómica que llegan unos
pocos minutos después de la hora prevista, porque la lluvia obliga a conducir
con mayor precaución. Nada más bajar del vehículo, Esther, la redactora, expone su idea de
reportaje y Nicomedes, afable y siempre con la vena del humor a flor de piel,
da mucho juego con su conocimiento del tema y esas ocurrencias que se salen del
guión, pero que acaban encajando muy bien.
Mientras
Nicomedes sigue avanzando con el reportaje, me siento al cobijo de una buena
lumbre con Florencio y Antonio que recuerdan con nostalgia sus primeras
andanzas en el campo, en aquellos tiempos
duros en que tantos niños dejaron de serlo antes de tiempo. “A nosotros
nos salieron los dientes con esto, -explican-. Con doce años, o incluso antes,
ya nos íbamos al campo a arar con las mulas. Cruzábamos, rejacábamos, lo que
hiciera falta”. Con cierta tristeza, Florencio y Antonio, lamentan que “cuando
gente de nuestra edad, que ha vivido y conoce este mundo, posiblemente se
pierda todo esto y es una pena”.
A esta amable tertulia de tradiciones se ha
incorporado Felipe Caro, el hombre que tiene en su casa un magnífico museo de
miniaturas de las tradiciones locales. Dando vueltas por la cocinilla ha
encontrado algunos objetos que se ponían a las mulas; una sarrieta, unas
calabacillas, los campanillos, horcates, ramales, mantas….Mientras el tocino se
asa damos una vuelta por las cuadras y nos encontramos con otro tesoro: el
carro de Nicomedes que su yerno ha
pintado recientemente. Antonio nos ofrece
un trozo de queso en aceite que está exquisito y lo acompañamos de un trago de
buen vino.
Llega también
otro reconocido amante de las tradiciones de Tomelloso, José María Díaz, el
tinajero, el hombre que se recorre las cuevas de la ciudad en un loable afán de
ponerlas en valor. “Me marcharé pronto porque he quedado con el concejal para
ir a ver otra cueva”, -dice-.
Delante de la
cámara, Nicómedes sigue hablando con su habitual desparpajo. “Las mulas son
buenas, -asegura-, y hoy toca arar aunque no haga buen día. La “Cortijera” es
un año más vieja que la “Arvellana”. Serán los redactores de la televisión los
que en un momento cojan el ramal y saquen las mulas afuera. Y cada vez somos más. Ahora llega un joven
agricultor, nieto de José García, “El tártaro”, de modo que los redactores
podrán contrastar el trabajo del campo de antes con el de ahora. Para el
reportaje hablan también Florencio y Antonio. Los redactores les dicen que
aunque “ahora lo vean todo un poco lioso, ya verán que bien
queda el reportaje al final”. Estamos seguros de que será así. Nosotros ya tenemos el nuestro.
Hemos pasado una buena mañana.
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Lunes, 6 de Mayo del 2024
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