Es cierto que debemos circular menos en coche, y caminar más, al menos esa es la tendencia que debe imponerse, por aquello del medio ambiente y del precio de los carburantes. Pero es irremediable desplazarnos por Tomelloso en coche, ya sea por las distancias que comenzamos a tener, o por que la carga que transportamos así lo requiera. Pero, el tráfico en Tomelloso no es un buen comienzo para convertirnos en ciudad, de hecho tengo un amigo que dice “Tomelloso para ser ciudad, y ser atractiva para los jóvenes, las familias y las empresas lo primero que debe tener son servicios, los servicios propios de una ciudad”, y en este punto no puedo estar más de acuerdo con él.

Que nuestro Tomelloso, el lugar donde vivimos y donde deseamos que nuestra familia crezca, se convierta en una ciudad es algo prioritario, pero empecemos esa conversión por tener más ventajas y dimensionar los posibles problemas del crecimiento. Es necesario tener primero servicios, y que a partir de ahí se gestionen los inconvenientes del crecimiento urbanístico y demográfico. El problema es que hoy solo tenemos el problema del aparcamiento y la circulación, pero sin haber crecido.

A falta de algunas semanas para decidir el futuro de nuestra ciudad en las elecciones, me pregunto, ¿qué pensarán los 10.000 votantes que hace cuatro años no fueron a las urnas?, ¿tendrán los mismos problemas para circular y aparcar que yo?, ¿estarán contentos con la evolución de Tomelloso?

Con una abstención en las últimas elecciones municipales de algo más de 10.000 personas, hay que replantearnos si es que el cambio o la continuidad solo nos importó a cerca de 16.000 personas, o es que acaso esos 10.000 no han encontrado algo que les motive y en lo que creer. Me gusta decir que la motivación no es tener ganas, es tener motivos, quizá estas personas no encontraron los motivos suficientes para dar una lección de democracia a toda España, llenando las urnas de Tomelloso, o tal vez no se han parado a pensar qué es lo que tenemos en Tomelloso, qué es lo que queremos tener, y hacía donde queremos que vaya nuestra ciudad.

Yo creo que esas 10.000 personas compartirán las mismas inquietudes que yo, más allá de ideologías, y sentirán la impotencia que da ver en Tomelloso la carencia de servicios, y los problemas típicos de circulación de una ciudad que todos amamos y donde queremos ver crecer a nuestros hijos.

El rumbo correcto está en que esas 10.000 personas sean participes de la mejor versión de Tomelloso, que comiencen a ilusionarse con algún proyecto, que sueñen cómo sería esta ciudad más amable, más próspera, que sean protagonistas del impulso que nos sigue faltando para ser el referente regional que merecemos ser, por derecho y justicia, por nuestras familias.