Opinión

Carta a mi amigo Miguel Ángel Velasquez

Luis Ballesteros Martín de Almagro | Lunes, 10 de Abril del 2023
{{Imagen.Descripcion}}

Hoy 10 de abril se cumple un año de tú partida al cielo, y he de confesar que mi pensamiento sobre tu ausencia me ha llevado a reflexionar que, a la gente no le gustan las personas tristes.


Es una de las muchas cosas que a la fuerza he aprendido a lo largo de este año, el primer año sin ti. Podría ponerme a filosofar sobre la dictadura de la felicidad, podría criticar una sociedad que te quiere siempre arriba, al 100%. Un capitalismo emocional, un sistema que nos educa para mirar hacia otro lado cuando el vecino tiene problemas, o incluso cuando eres tú quien los tiene. Educados o no, condicionados o no para ello, es un hecho: huimos de la tristeza y de las personas que están tristes. Muchas veces la tristeza se disfraza de enfado, de extremismo, de exigencia hacia uno mismo o hacia las relaciones con los demás, de intolerancia, de reacciones radicales, de seriedad, de hipersensibilidad. La tristeza está muchas veces detrás del más oscuro de nuestros comportamientos. Pero no quiero hablar de eso, ni de la necesidad de aceptar que sentimos tristeza, de vivirla y permitirnos sentirla cuando sea necesario. O bueno, quizá sí.


"Nunca llegamos a ser conscientes de lo mucho

que nos importa alguien, hasta que se va."


Ya ha pasado un año desde que te fuiste, y no me acostumbro a tu ausencia. Sigo pensando que, al abrir la puerta del Centro de Día, te encontraré con esa sonrisa profunda y me preguntarás por el partido del Real Madrid, ese que ahora es campeón de Liga y de Copa de Europa.


Sigo pensando que te voy a encontrar en el Rincón Andaluz tomando una cerveza y me dirás qué me siente para hablar y me volverás a contar tus sensaciones, esas de que "te gustaría tener amigos".


Es duro recordarte cada día, y saber que jamás volveré a verte en persona para ir a los colegios para explicarles a los niños que es la discapacidad bajo tus ojos, es terrible pensar que jamás volveré a cogerte en brazos para subirte por las escaleras de los coles hasta las aulas que no tenían ascensor, (esas que no son accesibles y te molestaba) para que les cuentes a los niños tus impresiones sobre lo difícil que es transitar por Tomelloso. Es duro pensar, que no volveré a llevarte al cine y subirte en brazos por las escaleras para que tu cuello no sufra tanto como lo hacía en la primera fila. Es duro saber, que ya no reivindicarás la igualdad de derechos de las personas, la eliminación de las barreras arquitectónicas y tantas y tantas cosas que tú solito conseguiste.


Y, sin embargo, me asusta pensar en el día en el que los tomelloseros olviden recordarte, aunque estate tranquilo Miguel, que de momento esto no ocurrirá, la gente en Tomelloso se acuerda de ti, y aún hay gente que pregunta por ti, te diré que Tomelloso te quería y Tomelloso te quiere.


La vida es injusta Miguel. Son tantas las cosas que vas a perderte. Tantas y tan importantes como el ver a tú sobrino (por cierto, lleva tú nombre), que Tu Real Madrid le ganó 0-4 al Barcelona. Son tantos los recuerdos en los que no estarás presente, y daría lo que fuera por volver a tenerte. Aunque solo fuera un día, un instante. Son muchas las cosas que querría decirte.


Te echo de menos. Echo de menos tu voz, echo de menos tu risa, tu presencia, y tu ausencia. Sabía que podías desaparecer en cualquier momento. ¿Y ahora cómo hago que desaparezca? ¿Cómo hago que el dolor se marche? No debiste irte tan pronto, no después de tanta lucha, no tan rápido sin dejarme despedirme.


El mismo día de tu partida escribí unas palabras en las que lanzaba un mensaje directo a la línea de flotación de la gente decía que: -"El 97% de las personas con discapacidad no tienen amigos, hagamos que la vida de Miguel Ángel tenga sentido".

Bueno pues seguimos en la lucha de conquistar amigos.


Este año ha sido uno de los años más difíciles de mi vida, a la par que excelente en el ámbito profesional. Decidí abrazar la bandera de un proyecto de innovación social que fomenta la vida en comunidad y los buenos apoyos, el Proyecto Mi Casa, una vida en comunidad, se fundamenta en que las personas con discapacidad vivan en barrios normales, en casas normales y tengan contacto con la gente de la calle, y que los vecinos de Tomelloso se conviertan en apoyos naturales. Te habría encantado lo sé, porque vamos a ganar muchos amigos.


La sociedad nos condiciona la forma de vivir, pero todo el mundo quiere vivir una vida plena, llena de oportunidades que experimentar, de momentos que vivir, y de gente que conocer. No tenemos que dejar escapar la oportunidad de vivir la vida intensamente. De ti aprendí que no es justo que las personas con discapacidad no tengan las mismas oportunidades que las personas que no tienen limitaciones.


La muerte deja una especie de vacío interior y una pregunta sin respuesta, una inseguridad e incertidumbre que atormenta, como la idea, la ridícula idea de no volver a ver a esa persona. Da igual cuántos años tenías Miguel, a qué te dedicabas, en qué circunstancias falleciste. No importa que fuera algo esperado, que estuviera preparado, o que fuera repentino. Todo eso da igual, porque nunca llegamos a ser conscientes de lo mucho que nos importa alguien hasta que se va. Que Miguel Ángel hayas dejado de estar en el mundo fue algo que me costó asumir. Es duro saber, que no voy a volver a verte, que no volverás a contarme tus historias, a presumir de tus ligues, a montar en kayak, a bailar con tu madre, a salir con tu hermana, a pasear con tu silla de ruedas eléctrica por las calles de su Tomelloso, lo que me costará más es hacerme a la idea de que nunca volveremos a escucharte en la radio.


Sigo pensando mucho en ti, me atrevo a decir qué cada vez que juega tú Real Madrid, Cuando escucho tu nombre, hay algo que se me retuerce dentro. Cuando veo una foto tuya y te veo sonriendo. Te recuerdo con nostalgia y también con alegría por todo lo que aprendí de ti, Miguel eres la persona más fuerte y con más vitalidad que he conocido, y lo digo en presente porque, aunque no estés, has existido y existes aún en todos los momentos que compartí contigo. Y te recuerdo con pena, con mucha pena, por todas las cosas que te has perdido, y todas las veces en que me has faltado. Cuesta tanto acostumbrarse a una ausencia. Da igual el motivo. Cada uno vive su duelo cuando siente que le falta algo. O peor, alguien.


En este año, he aprendido muchas, cosas. Qué tenemos una gran capacidad para soportar situaciones difíciles, que esforzarse tiene al final su recompensa, que la gente habla mucho y escucha poco, que lo que no se nombra se muere, que no se pueden forzar relaciones que están rotas, que no hay que vivir como si solo hubiera vacaciones en agosto, que el mundo es un sitio frío y cruel, pero a veces es maravilloso; que tener sueños tiene un coste muy alto, que nunca se es del todo feliz, que la suerte no existe, que cuando alguien te aprecia de verdad, te quiere y te soporta hasta cuando menos lo mereces, que echar de menos duele tanto como empezar a echar de más, que no se puede luchar contra uno mismo porque él único que pierdes eres tú, que exigirte más de lo que debes te acaba trastornando, que hay que cuidar a los que quieres cuando los tienes, que nunca se sabe cuándo será el último abrazo, que no es un carpe diem, es que el tiempo que vivas merezca la pena, que si todos los días empiezan a parecerte iguales va siendo síntoma de cambiar algo, que muchas veces necesitamos ayuda y no sabemos pedirla, que el orgullo es la peor de las armas y la peor de las muertes,  que un te quiero a tiempo salva de muchas caídas, que la verdad duele, que lo que piensan de ti no es en realidad tan importante, que perdonar es no volver a recordar lo que me hiciste, que perdonarse es mucho más difícil que perdonar a los demás, que nunca se supera del todo la muerte de alguien que quieres. Pero sobre todo he aprendido que no se puede huir del dolor, no se puede evitar.


Ojalá y la comunidad se transforme y estás palabras sean atendidas por alguien y las personas con discapacidad empiecen a tener amigos y el año que viene pueda decir que tú vida tiene sentido para mucha gente.


Hoy 10 de abril nos juntaremos todos en la Plaza de España simplemente para recordarte, para añorarte y para quererte, eres y serás parte de Tomelloso y nexo de unión entre las personas.


Te quiero... Eternamente Miguel Ángel Velasquez.


Fdo. Tu amigo.

Luis Ballesteros Martin de Almagro

2485 usuarios han visto esta noticia
Comentarios

Debe Iniciar Sesión para comentar

{{userSocial.nombreUsuario}}
{{comentario.usuario.nombreUsuario}} - {{comentario.fechaAmigable}}

{{comentario.contenido}}

Eliminar Comentario

{{comentariohijo.usuario.nombreUsuario}} - {{comentariohijo.fechaAmigable}}

"{{comentariohijo.contenido}}"

Eliminar Comentario

Haga click para iniciar sesion con

facebook
Instagram
Google+
Twitter

Haga click para iniciar sesion con

facebook
Instagram
Google+
Twitter
  • {{obligatorio}}