Opinión

El pintor Plácido Francés y Pascual y el cuadro dedicado a Argamasilla de Alba

Pilar Serrano de Menchén | Miércoles, 31 de Mayo del 2023
{{Imagen.Descripcion}} Cruz de Mayo en el Albaicín, cuadro de Plácido Francés Cruz de Mayo en el Albaicín, cuadro de Plácido Francés

Curioso es comprobar el número de pintores (igual en otras disciplinas artísticas), que a lo largo de los siglos se han ocupado de la obra cervantina. Entre otros destacaremos al pintor nacido en la alicantina ciudad de Alcoy, Plácido Francés y Pascual (04/1834-13/12/1902), artista muy reconocido a lo largo de su exitosa trayectoria con numerosos galardones.

Tan notable pintor inició sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia; pero en 1854 se traslada a Madrid para seguir formándose en la de San Fernando. Una vez terminados sus estudios vuelve a Valencia alcanzando el título de catedrático en la Escuela donde había iniciado su formación. En 1862 trabaja en la decoración del palacio del Marqués de Dos Aguas que actualmente alberga el Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias González Martí: edificio que en 1941 fue declarado Monumento Histórico Artístico; también, antes de marcharse a Madrid, Francés y Pascual impulsa, 1870, el Museo de Pinturas de Valencia.  

En cuanto a su obra, ya 1862 concurre a la Exposición Nacional de Bellas Artes: en principio con un cuadro en la que retrataba la ribera de la Albufera de Valencia. En 1866, presenta una obra titulada: “Cervantes leyendo el Quijote a varios amigos en la prisión de Argamasilla de Alba”,  obteniendo, al alimón, la mención honorífica de segunda clase con la obra titulada: “El Anacoreta”. Al año siguiente, 1867, alentado por los anteriores premios, obtiene una mención honorífica de segunda clase y, en 1868, según informan sus biógrafos, la pintura de Francés y Pascual (era de género diverso: temática social, costumbrismo, escenas históricas, de género, asuntos literarios  y de inspiración cervantina) logra la tercera medalla. Ya en 1871 consigue otro galardón por Un vivac de pobres y, en 1890 por Contraste. En 1892 obtiene una nueva medalla por El consejo de un padre. 

No olvida, sin embargo, el pintor la docencia, alternándola con la pintura de caballete, la ilustración y la decoración mural. En cuanto a otras actividades, en 1869, siendo ya catedrático en la Real de San Fernando de Madrid. junto a los pintores Casado de Alisal y Martínez Espinosa, crea y organiza la famosa Asociación Acuarelista, destacando la facilidad que tenían sus integrantes para reunirse y asistir a las sesiones, organizadas en clases nocturnas. Dichas clases continuarían en el propio estudio del pintor Francés y Pascual, llamada «Casa de Estudios», donde, según sus biógrafos, trabajarían un buen número  de los pintores más famosos de la época especializados en acuarela. Este grupo daría lugar a la creación del Círculo de Bellas Artes.

En cuanto a la internalización de Plácido Francés se realiza cuando el artista expone en París, 1879; tres años después, 1882, además de ser condecorado con la Cruz de Carlos III, es nombrado profesor de la Escuela de Artes e Industria de Madrid. En esta época, 1888 expone en Munich y en 1891 en Berlín. Como ilustrador colabora en la revista Blanco y Negro.

En cuanto a su vida familiar Plácido Francés estuvo casado en dos ocasiones: primero con Fernanda Francés Arriba y en segundas nupcias con Trinidad Mexía. De ambos matrimonios tuvo dos hijos que también destacaron en la pintura: Fernanda Francés Arribas y Juan Francés Mexía.

 

El cuadro dedicado a la Cueva de Medrano

 

Como decimos, dentro de su obra, Plácido Francés dedicó a Cervantes, al igual que numerosos artistas del s. XIX, varios cuadros; aunque el que nos interesa es el titulado: “Cervantes leyendo el Quijote a varios amigos en la prisión de Argamasilla de Alba”.

Respecto a la opinión que sobre dicho trabajo tienen los expertos, anotamos las observaciones que hace sobre el mencionado cuadro  el  profesor cántabro Tomás Pérez Vejo en un trabajo titulado: «Pintura de historia e identidad nacional en España». el cual escribe: “A pesar de la mención de medalla de segunda clase, es una recreación bastante inverosímil en la que, salvo el aspecto lóbrego de la estancia, nada parece recordar el interior de una prisión: Cervantes, en el centro de la composición y apoyado contra una mesa, lee en voz alta a una nutrida compañía un libro, sin que nada en el porte ni en la actitud de los personajes haga sospechar que no estamos ante una amena tertulia”. Dicho cuadro ya sabemos fue premiado en la Exposición Nacional de Bellas Artes en 1866 junto a otro, titulado “El Anacoreta”. 

Para el profesor Jesús Gutiérrez Burón, en su trabajo: «Cervantes y “el Quijote” en las Exposiciones de Bellas Artes», haciendo referencia al título de las obras presentadas ese mismo año, primero analiza la del pintor Mariano de la Roca y Delgado, titulada “Miguel de Cervantes preso imaginando el Quijote” (nº 190 de la Exposición), de la que, entre otras cosas, dice: “El color, un tanto frío y muy poco armónico,  denuncia el retraso de la pintura española respecto a otras escuelas del momento”. Añade que, según su opinión, probablemente, lo anterior estaría más acentuado en las otras tres obras del mismo tema presentadas a las Exposiciones de Bellas Artes: Cervantes en la cárcel de Argamasilla de Alba, escribiendo la primera parte del Quijote, obra de Eduardo Carceller García (1866, nº 78); Cervantes leyendo el Quijote a varios amigos en la prisión de Argamasilla de Alba  (nº 161) de Plácido Francés, también del mismo certamen, y Cervantes en el momento de empezar a escribir el Quijote” de Pedro Sánchez Acuña en 1876 (nº 393).

Sin embargo, según su opinión: “Esto no pasa de ser una presunción porque, por el momento, no se ha encontrado ninguna documentación ni gráfica ni escrita de las mismas”; es decir que no se sabe si se conservan las mencionadas obras y donde están guardadas.  

Por nuestra parte hemos buscado posibles ubicaciones, ya que, desde 1865, año en el que se instituyeron las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, el Estado compraba los cuadros premiados, con la idea de hacer colecciones de arte contemporáneo que se exponía en los museos provinciales, previa cesión y tutela del Museo del Prado; pero, respecto a la que nos interesa, no hemos hallado datos sobre el lugar donde se conserva?...

Para una mayor aclaración informamos que, la obra de Plácido Francés Pascual, está representada en el Museo de Bellas Artes de Valencia, Museo de Arte Moderno de Madrid, Museo de Bellas Artes de Barcelona, Diputación de Alicante, Museo Municipal de Alcoy, etc..

Esperamos que, tan interesante pintura, tengamos ocasión de localizarla y así poder contemplar un cuadro que retrata? la Cueva de Medrano en 1866, dos años más tarde que nos visitara el Príncipe don Sebastián de Borbón, 23/10/1862,  para sacar los primeros pliegos del Quijote, edición de Rivadeneira,  impresos en la famosa ergástula.

 

(Bibliografía: Vicente Boix, 1877, «Noticias de los Artistas Valencianos».

Fundación Amigos del Museo del Prado: «Plácido Francés. y Pascual». En línea:

 https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/frances-y-pascual-placido/41bf347f-f3cd-447f-a1e3-2fe040c13220).

 

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