De ellas dijo, José López Martínez, en su discurso de Mantenedor de la Fiesta de las Letras del año 1977. “Porque vida renovada, vida en la plenitud de su floración, poesía vibrante, sois vosotras, Reina y Corte de Honor de nuestras fiestas patronales, de nuestra feria multicolor y, sobre todo, de este admirable espectáculo cultural que hoy llega a su vigésimo séptima edición”.

“Bien sabéis, que al presidir con vuestra belleza y radiante juventud esta Fiesta de las Letras, simbolizáis todos los afanes artísticos y culturales de Tomelloso, todos los anhelos de paz y progreso de un pueblo, el nuestro, que ha sabido arrancar a la parda llanura, en siglos de ilusionado trabajo, una categoría vinícola y agricultura de primer orden”.

“Vosotras representáis en este acto no solo a los cientos de muchachas de nuestro pueblo que llenan las aulas de los institutos, que tal vez ya sean universitarias, o que trabajen en fábricas, oficinas o en cualquier otro empleo, sino también a la mujer tomellosera de siempre, a aquellas admirables campesinas, compañeras del hombre en las tareas agotadoras del cultivo de la viña. Nuestra paisano, Eladio Cabañero las incorporó a la historia de la poesía española en versos de magistral y entrañable tomellosanía:

Heroica mujer la de estos hombres

que trabajan curvados contra el suelo,

fuerte mujer de castigada carne

crisoleando el temple más manchego.

Mujer que nunca llora y que no mira

por si le adivinamos su secreto.