La contestación a la concesión de una amnistía por parte de viejos militantes socialistas que ejercieron responsabilidades de gobierno de primer nivel manteniendo una política de cierta convergencia, recordando que una amnistía no cabe en la Constitución pues supondría reconocer una desigualdad entre españoles, significa que parte de la ideología que ellos defendían ha sido modificada por una nueva hornada de jóvenes militantes a los que lo sucedido en un pasado reciente y lo plasmado en nuestra Constitución parece no importarles. De alguna manera estaríamos hablando de un nuevo socialismo no solo desde un punto de vista de ideología política sino de talante político. Un nuevo socialismo del que yo al menos desconozco su discurso, impulsado por la actitud cambiante de su “fundador” Pedro Sánchez ante cuestiones relacionadas con alianzas políticas que afectan a la estructura del Estado .

Lo anteriormente escrito me lleva a la segunda pregunta. ¿Qué idea tiene Pedro Sánchez de España como nación? Vista la actitud y el talante de este gobierno en funciones, donde la palabra golpista es atribuida a quienes no comulgan con una amnistía o llamar fascistas a quienes se sitúan frente a sus decisiones más polémicas, la incógnita sobre la idea que Pedro Sánchez puede tener de la nación española es un hecho preocupante por ser desconocido.

Y lo es ante todo porque ahora mismo el futuro de nuestra nación está en manos de la formación de un gobierno que está esperando a lo que decida alguien que no es que quiera un trato diferencial y preferencial dentro de las distintas autonomías, sino que está luchando por dejar de formar parte del Estado español.

La sensación que a no pocos nos produce semejante comportamiento nos dice que la idea que Pedro Sánchez tiene sobre España es aquella que le vaya proporcionando las posibilidades de mantenerse en el poder. En consecuencia una idea indeterminada en beneficio político propio.