Por octavo año
consecutivo, los alumnos del Instituto Eladio Cabañero de Tomelloso junto con
los profesores del Departamento de Biología y con el apoyo de todo el centro participan
en el proyecto de investigación genética “Melanogaster Catch the fly!”
Iniciativa Europea de Ciencia Ciudadana, en el
que investigadores, comunicadores, profesores, estudiantes y ciudadanos
trabajan con el fin común de entender cómo los organismos se adaptan al
ambiente tomando como modelo la mosca de la fruta, Drosophila melanogaster.
Para
poder llevar a cabo este estudio se hace un muestreo en campos frutales. Los
estudiantes, capturan Drosophilas con
la ayuda de un aspirador entomológico (un tubo de goma a través del cual se
aspiran los insectos, que quedan depositados en un tubo). Una vez de vuelta en
el instituto con la ayuda de lupas separan las moscas macho de las moscas
hembras y a continuación separan los machos por especie: Drosophila melanogaster y Drosophila simulans. Posteriormente se
hacen estudios genéticos en Alemania y Barcelona donde intentan entender como
funciona el mecanismo de adaptación de los seres vivos al medio en el que
viven.
El Eladio Cabañero forma parte de este
proyecto desde el comienzo en 2016, donde tuvo a fortuna de descubrir un virus al que
se le denominó “Virus Tomelloso” cuyas aplicaciones al mundo de la ciencia se
encuentran en fase de estudio.
Sin
embargo, en el muestreo de este año se ha encontrado además de las especies ya
habituales (D. melanogaster y D simulans) otra que jamás se había
recolectado: D. Suzuki que es considerada una plaga emergente
e invasiva. Corresponde a una pequeña mosca que fue detectada en nuestro país en
2017. Es polífaga, ya que ataca a una amplia gama de cultivos de frutas, así
como a un número creciente de frutas silvestres.
A diferencia de otras especies del género Drosophila,
D. suzuki ataca a frutos aún unidos a la planta, en sus últimos estadios
de madurez, las hembras ponen sobre frutas sanas sus huevos, perforando la
epidermis. No requiere, a diferencia de las otras Drosophilas, de fruta muy
madura, ni previamente dañada o en descomposición, lo que es un problema ya que
las larvas nacen dentro del fruto y se alimentan de él, con un alto riesgo de
que su presencia se manifieste durante la cosecha con la consiguiente pérdida
de calidad comercial.
Las
heridas generadas favorecen, además, el ingreso de microorganismos saprófagos,
provocando un rápido deterioro del fruto.
El
centro ha informado a las autoridades pertinentes de la presencia de esta plaga
en nuestros cultivos por si tienen que tomar medidas.
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Miércoles, 30 de Abril del 2025
Miércoles, 30 de Abril del 2025
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Jueves, 1 de Mayo del 2025
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