La prensa de toda España, península e islas[1], e incluso la de Cuba y Marruecos, se hizo eco aquel verano de 1929, de un acontecimiento insólito acaecido en Tomelloso.

La consulta de los diferentes periódicos nos permite advertir la relatividad de las informaciones y los conocimientos o desconocimientos de los reporteros de entonces. No es esta la única ocasión en la que vemos asignado Tomelloso a provincias distintas de la suya. Toledo en este caso; Guadalajara en otros, pero la noticia a que nos referiremos puede ser ejemplo de la multiplicidad de formas con que aparece un apellido si este no es frecuente. La protagonista, o coprotagonista de ella, que debía apellidarse ¿Mascarell?, la encontramos apellidada como Maseanell, Mesealde, Meseanell, Mascau, Mascadell, Meceanel o Mascadel.

Pero ¿de qué noticia se trata? Con más o menos añadidos y ligeras diferencias, los medios narraban lo siguiente:

En la ciudad de Tomelloso ocurrió recientemente, (parece que el 6 de julio de 1929), un extraño nacimiento que está siendo objeto de animados comentarios.  La vecina Juana ¿Mascarell? ha dado a luz un niño que al venir al mundo causó la admiración de cuantos le vieron, pues el tierno infante se ha presentado con un enorme bigote que para sí quisiera su propio padre. Todos los vecinos y vecinas (adviértase que el redactor usaba ya, entonces, el lenguaje inclusivo) de la casa habitada por la parturienta, han acudido en animado desfile para contemplar al niño, al que la naturaleza pródiga le ha dotado de un pródigo bigote, precisamente ahora cuando no se estilan. Tanto la madre como el recién nacido se hallan en perfecto estado de salud, y el pequeño, en su constitución, no presenta ninguna otra anomalía.  Se ignora si la madre tuvo algún antojo y si el chico ha venido al mundo con el bigote a lo káiser, a la borgoñona o a lo Charlot.

El suceso no podía pasar desapercibido a los poetas humoristas del momento y así la revista festiva semanal “Flores y abejas”, 1929 julio 14, p. 6, daba así la noticia:

“Ha nacido en Tomelloso

 un niño muy hermosote,

 que tiene doce centímetros

 de bigote.

 Si alguno de sus parientes

 al chiquitín hace chanzas,

se le ponen los pelillos

 como lanzas.

 Y el que le besa en la boca,

llega a sentir sensaciones,

como a aquel que le introducen

 cien punzones.

Yo le mandaría a Francia

 antes que llegue el desarme,

 pues ese niño ha nacido

 pa gendarme.”

¿Cuál sería el futuro de aquel mostachudo niño tomellosero? ¿Acaso algún augur lo consideró señal de la caída de la bolsa de valores de Nueva York el martes 29 de octubre de 1929 conocido como crac del 29, comienzo de la Gran Depresión? Desde luego, fue de bigote.

Un cuarto de siglo después de este suceso, en 29 de agosto de 1955, aunque sin tanta difusión mediática, volvía a aparecer en prensa una insólita noticia acaecida en Tomelloso. Esta vez en la Hoja oficial de la provincia de Barcelona[2],  la Hoja oficial del lunes[3] y El adelantado[4] al menos. Este periódico daba la noticia junto a la de la agencia Efe de que había llegado al zoo del Bronx de Nueva York, en viaje en avión desde África, la rana mayor del mundo, conocida como rana gigante del Camerún o rana Goliat, con un peso de cinco libras (unos dos kilos y cuarto aproximadamente), sesenta centímetros de largo, lomo negro y tripa amarilla.

En esta ocasión, la noticia de lo acaecido en Tomelloso, transmitida por Cifra, si bien se trataba de un nacimiento, no era el de un niño.   Difundían que un gato con dos cabezas y cuatro ojos había tenido una gata de doña María Jiménez, con domicilio en dicha localidad. Ante las numerosas visitas de vecinos y curiosos para ver el fenómeno, la felina temiendo la suerte del cachorro, lo ha escondido en un lugar que hasta ahora no ha sido hallado.

Desde luego se trata de un caso rarísimo. Aunque había habido algunos precedentes en España[5] y el extranjero[6], En este siglo, en enero de 2012 la prensa informaba del nacimiento de otro gato con dos cabezas en Asunción (Paraguay) y en él se decía que su frecuencia es de uno cada un millón de gatos nacidos.  Y es que, lo que no suceda en Tomelloso…

Madrid, 17 de noviembre de 2023.