“Nos llamaron en verano a varios futbolistas de Tomelloso, completamos un coche y la verdad es que estamos a gusto, muy contentos con la acogida que nos han dado directivos, cuerpo técnico y compañeros”, empieza diciendo.

Roberto valora el buen inicio que ha tenido el Herencia en la competición. “En estas diez primeras jornadas son siete victorias y tres derrotas, estamos arriba y creo que el equipo está compitiendo muy bien. Quizá falta subir más el nivel fuera de casa, pero creo que podemos estar satisfechos con lo que estamos haciendo”. Roberto analiza lo que fue el último partido del Herencia que se saldó con una derrota mínima ante el Calatrava. “No fue nuestro mejor partido y también hay que tener en cuenta todos los partidos que jugamos fuera de casa son complicados. Los rivales son difíciles, independientemente del lugar que ocupen en la tabla. Te encuentras con equipos que luchan por la permanencia y te presionan mucho. En Calatrava encajamos un gol y el juego no tuvo apenas continuidad por las pérdidas de tiempo. Fue lo que se llama un partido feo, de pocas ocasiones, en el que se jugó muy poco. Nos costó mucho mover el balón y generar situaciones de gol. Pero nos fuimos con la amarga sensación de perder tres puntos en un campo en el que se podía haber ganado”.

El futbolista considera que las diferencias entre esta categoría autonómica y la tercera división en la que  jugó el año pasado son abismales. “Está  claro que los escalones de cada categoría se notan, por el físico, el ritmo de la  circulación de balón, la intensidad del juego. Mucho más si comparamos estas categorías con una tercera división cada vez más profesionalizada y exigente”.

Desde su prisma individual, Roberto intenta aportar “veteranía, ese punto de liderazgo que me da haber jugado en tercera división o haber conseguido un ascenso. El entrenador me pide que esté en banda, que desborde, que lo intente también por dentro, que tenga personalidad con el balón y más cosas. El mister me ha dado mucha confianza y creo que estoy respondiendo bien, aunque hay que ser autocrítico y siempre se puede dar un poco más”.