Tuvo más dominio y llegada el Cristo de la Vega en el primer tiempo ante un Atlético Tomelloso que tuvo dificultades para salir de su campo y progresar en el juego. Los socuellaminos, animados por una ruidosa peña, tuvieron un punto más de ambición. El duelo se enrareció con el inexistente penalti que pitó el colegiado a la media hora. El defensa auriverde tocó claramente la pelota, pero el árbitro decretó la pena máxima. Raúl Alamo hizo justicia deteniendo el lanzamiento. Las  protestas del entrenador local, Javier Perales, desembocaron en su expulsión. Al descanso, 0-0.

Más igualada sería una segunda mitad, en la que los dos equipos buscaron la victoria y el peligro rondó las dos áreas. Las mejores opciones del Atlético  las protagonizó Jesús Gómez que mejoró el ataque local con sus buenos desmarques y capacidad para recibir y girarse rápido. Lo intentó con una chilena y también con algunos disparos rasos que no encontraron portería. También crearon  peligro los visitantes que estrellaron un remate de cabeza en el larguero.

En el tramo final, tuvo algo más de fuelle el equipo socuellamino que pudo abrir el marcador a falta de cuatro minutos gracias a un riguroso penalti. Lo transformó con seguridad Alonso Fernández, un ex auriverde, y en el minuto 90 llegó el 0-2 gracias a un buen pase profundidad sobre Guillermo que batió a Raúl en su salida.

Al final, 0-2 y caras largas en el equipo local al que nada cabe reprocharle a pesar de la derrota. Los chavales lo intentaron, no hubo demasidada suerte con el arbitraje y tambien es cierto que el rival demostró seriedad y ganas de ir a por el partido. Toca levantarse para cambiar la dinámica de derrotas y recuperar las sensaciones de los dos primeros meses de liga.