Tras degustar un exquisito arroz de marisco y un solomillo en salsa a la pimienta empezó el espectáculo que presentó, Mari Carmen Lomas. Ella dirigió el brindis en honor de Blas, un aficionado de Membrilla con una larga y afectiva vinculación con la peña. Después llegó el emotivo reconocimiento a Ramón Navarro,  el socio y cantaor de la peña fallecido meses atrás.

Eva de Dios se arrancó con un espectacular cante de fragua, fandangos abandolaos y malagueñas y luego se movió magistralmente por otros palos: soleá, alegrías, fandangos…y algún canto antiguo que se está afanando en rescatar en una gran labor de investigación. Llegó con su voz a donde pocas cantaoras lo hacen y demostró un absoluto dominio de los grandes cantes. Una actuación para enmarcar la esta cordobesa, entregada en su labor y muy conectada con el público que la escuchaba. Se notaba que estaba a gusto entre la gente flamenca de Tomelloso.