Amigo Clemente:
Estas líneas te llegarán al cielo,
que es donde hoy mantienes tu aposento,
es lo que a mí me sirve de consuelo
y, bien lo sabes, que a ti nunca te miento;
el contactar contigo es mi anhelo
y también un constante pensamiento.
Lo que daría yo por conseguirlo,
muy enterado estás, no hay que decirlo.
Sigo gozando al hablar contigo,
pese al tiempo que hace que te fuiste,
y además de fruir también existe
esa enseñanza que me entregaste, amigo,
y cuya magnitud es el abrigo
en el que me recojo muchos días;
recuerdo a gusto tus sabidurías
y soy feliz al ver que lo consigo.
Hoy rememoro tus formas y maneras
conmigo y también con todo el mundo:
noble, sencillo, el modo que tú eras
rebosando amistad y muy profundo;
Hablo con gran verdad, no me confundo
y con gran nitidez ahora contemplo,
con tu forma de ser nos diste ejemplo
y lo pregono de un modo rotundo.
Convivir junto a ti tanto momento,
compartir a tu lado el día a día,
me supuso y supone una alegría
siempre basada en un gran fundamento.
Este recuerdo es por merecimiento,
por gratitud al trato que me diste;
en cada verso he puesto sentimiento
y una alabanza al bien que nos hiciste.
6-II-24
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Lunes, 29 de Abril del 2024
Lunes, 29 de Abril del 2024