El pasado día 4 de abril, Rudy Fernández anunció su retirada al final de esta temporada. Quiero expresar en estas líneas la gratitud de la comunidad baloncestística hacia una de las figuras más grandes de toda la historia del baloncesto español.

No ha sido el jugador más importante de todos los tiempos, ha sido uno de los importantes, pero a mi entender si ha sido el más inteligente. El jugador que ha sabido entender que la disminución de sus facultades físicas debían de ser suplidas con el aumento de otras facultades también muy importantes en lo que se considera que es un jugador integral de baloncesto. Su exuberancia física durante una parte muy importante de su carrera, hizo de Rudy un anotador compulsivo, aunque ya apuntaba maneras en el área defensiva durante la primera parte de su carrera, esta se mantuvo latente contrarrestada por su aportación ofensiva. Con el tiempo la balanza se fue equilibrando, aunque nunca ha perdido ese fino y personal tiro a canasta, las cualidades defensivas tanto tiempo escondidas han terminado por explotar. De ahí la inteligencias de un jugador que ha sabido comprender como ayudar su equipo en cada momento de su carrera: su sentido de la anticipación, su predisposición defensiva y su lectura de los partidos han terminado por convertirle en un jugador terriblemente completo. Todo esto unido a una mente brillante que le ha sabido indicar cuando era cada momento.

Como he apuntado, es un jugador con una capacidad extraordinaria de lectura y de los momentos de un partido, capacidad solamente reservada a unos pocos, al que nunca le “ha quemado el balón en las manos”, cualidad que durante muchos años, 11 desde que volvió de la NBA, ha estado compartiendo con Sergio Llull.

Pasó de jugar en su Mallorca natal a ser fichado por el Juventud de Badalona, donde compartió plantel con otro de los grandes del baloncesto nacional, Ricky Rubio. De ahí a debutar con la Selección Española en los JJ.OO. de Atenas en el 2004, desde este momento su compromiso con el Equipo Nacional ha sido inquebrantable.

Durante toda su carrera ha tenido momentos memorables y ha obtenido números premios y menciones, tanto a nivel individual como colectivo. Sin ser exhaustivo recordaré el mate que metió en la misma cara de “Superman” Howard en los JJ.OO de Pekin. Dwight Howard era uno de esos muchos fantasmillas que pululaban y pululan por la NBA. Le gustaba aparecer vestido con una capa de Superman, pero aquel día, un espíritu maligno vertió “kryptonita” en su café y un alero español le “posterizó” para la eternidad. Como esos poster antiguos que existen en las casetas de lanzamientos a canasta de las ferias de los pueblos. Rudy Fernández se acuerda, la afición española nos acordamos y Howard. . . también lo recuerda.

En el concurso de mates del All Star del año 2009, Rudy homenajeó al malogrado Fernando Martín. Con la camiseta de Martín en Portland sobre sus espaldas y a pase de Pau Gasol en la parte posterior del tablero, fue capaz de recoger el balón en el aire, pasar a la parte delantera del tablero y machacar.

Son números los éxitos y premios obtenidos: dos oros en los mundiales de Saitama y Pekín, medallas de plata con el Equipo Nacional, como gustaba llamar Antonio Díaz Miguel, Euroligas, ligas nacionales, M.V.P. de numerosas fases finales de torneos, etc.

Una vez alguien dijo que ni los más grandes deportistas han ganado más que han perdido. Quién gane en toda su carrera sólo una fracción de lo que ha ganado Rudy su podrá considerar deportista profesional de éxito.

Pero su carrera se acaba. Esta vez su maltrecho físico le ha dado un ultimátum: el Baloncesto o yo. Son muchos años entrenando, viajando, jugando. Las prioridades cambian con el tiempo y su familia le espera con ansiedad.

Su compromiso se mantiene hasta final de temporada y si la Selección Española logra clasificarse para los JJ.OO de Paris y su espalda le da un respiro, ahí terminará su periplo como jugador profesional de baloncesto.

Ahora mismo pertenece al selecto grupo de jugadores que han disputado 5 olimpiadas, son seis jugadores entre los que se encuentra nombres como Oscar Schmidt, Luis Scola, Pau Gasol y Juan Carlos Navarro. De poder disputar esta olimpiada sería el jugador que en más olimpiadas ha participado. Creo que se merece este honor.

Pero el tiempo pasa inexorablemente amigo Rudy, siempre te recordaremos y te daremos las gracias por todo cuánto nos has hecho disfrutar. 

Antonio Muñoz Serrano.

Entrenador de  Baloncesto.

 

P.D. Rodolfo “Rudy” Fernández Farrés. Palma de Mallorca, 1985.