La sentencia se ha dictado ‘in voce’ y ya es firme

El fallo, que se ha dictado ‘in voce’ este miércoles y ya es firme, recoge también que debe abonar 50.049 euros a la Junta de Comunidades (propietaria del inmueble) por los daños, 4.576 a la compañía de seguros ocaso y 175 euros  a una vecina que sufrió lesiones por inhalación de humo y ansiedad.

“Lo siento mucho, me he equivocado, esa noche había bebido y consumí cocaína”, le ha explicado el acusado al tribunal en la vistilla de conformidad que ha evitado el juicio previsto para varios días.

J.C.U., que lleva en prisión preventiva por esto desde primeros de julio de 2022, podrá pedir permisos penitenciaros dentro de dos meses o el tercer grado, según ha confirmado su abogado, José Luis Sánchez Calvo, que considera el acuerdo “bueno para todos” (la Junta de Comunidades y su pareja han ejercido la acusación particular).

Atenuante por consumo de alcohol y drogas

La fiscalía ha aceptado actuó con la voluntad afectada por el consumo de alcohol y drogas, por lo que ha rebajado la petición inicial de cárcel por el delito de incendio que era de trece años de prisión.

“Yo estuve a punto de morir”

Los vecinos afectados por el fuego, a las cuatro de la madrugada del 5 de julio de 2022, no han llegado a declarar, pero han contado en los pasillos de la Audiencia que pasaron mucho miedo esa noche. “Yo estuve a punto de morir”, ha explicado una vecina, por la cercanía del fuego a su casa.

Le pegó a su mujer en presencia de sus hijos

Se considera probado que el acusado, fuera de sí, discutió con su pareja en presencia de sus cuatro hijos menores, de 17, 14, 9 y 7 años, en torno a las doce de la noche del 5 de julio de 2022. Abofeteó a su mujer, la insultó y uno de sus hijos llamó a los abuelos para que intervinieran. Los padres del acusado, que viven cerca, mediaron y se llevaron a la mujer y a los niños de allí.

Horas después, sobre las cuatro de la mañana y ya solo en casa, el procesado ha reconocido que le prendió fuego a la vivienda y se marchó, poniendo en peligro al resto de vecinos del bloque, unas cuarenta personas, que estaban durmiendo.

El incendio se propagó rápidamente hacia el pasillo y la cocina del domicilio familiar y siguió en el exterior de la puerta de la entrada y de las ventanas del salón. Incluso rompió una ventana. El humo, altamente tóxico, se propagó por el vestíbulo de la primera planta y, por el efecto chimenea, acabó subiendo hacia las plantas segunda y tercera del edificio.

Bomberos de Alcázar lograron extinguirlo avisados por un vecino del bloque.