Opinión

Arboles singulares de Tomelloso: La Carrasca de la Sandalia

Joaquín Patón Ponce | Miércoles, 12 de Junio del 2024
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La encina conocida como “La carrasca de la Sandalia” está situada en el Kilómetro 38 de la carretera de Tomelloso a Pedro Muñoz, la CM-3103, en el término municipal de Tomelloso, a 10 Km. de esta localidad, junto al arcén en el lado Este.

Es un magnífico ejemplar de encina (Quercus ilex) de más de 300 años de edad, 13 m. de altura, 5´5 m. de perímetro en la base del tronco –el cual se divide en tres gruesos brazos a poco de emerger del suelo-, una copa algo desigual pero enorme de casi 20 m. de diámetro y que proporciona una sombra de más de 450 metros cuadrados.

Además de los datos numéricos, este árbol tiene un majestuoso porte, presentando un buen estado de conservación general y muy pocas ramas deterioradas o secas. A todo esto, le sumamos que está situado en una zona llana en la que no hay apenas árboles –y menos de este tamaño- por lo cual ha sido incluido en varias guías de árboles singulares de España y de Castilla-La Mancha; en una de ellas, entre 4.000 árboles singulares de España el autor lo sitúa entre lo que él denomina “los 50 magníficos”.

Tomelloso tuvo y tiene una merecida fama por su producción de melones de elevada calidad. Cuenta la leyenda popular que el nombre de la encina le viene de hace muchos años, cuando una melonera llamada Sandalia tenía instalado su puesto de venta de melones debajo del árbol, para vender los frutos de la tierra a los viajeros que pasaban de Tomelloso a Pedro Muñoz o viceversa.  Circula otra versión de esta leyenda popular, malintencionada, en la cual se dice que la melonera vendía melones y “favores” a la sombra del enorme árbol. Nosotros nos inclinamos más por la versión “decente” de la leyenda popular, aunque ninguna de las dos está probada.

Este árbol está expresamente protegido por acuerdo de pleno del Excmo. Ayto. de Tomelloso de fecha 29 de abril de 1.988. En las obras de pavimentación y ensanche de la carretera realizadas en el año 1992, los servicios técnicos de Urbanismo del Ayto. de Tomelloso obligaron a la empresa adjudicataria de las obras a desviar ligeramente el trazado del ensanche hacia el lado oeste  justo para salvar la Carrasca de la Sandalia y otra encina algo más pequeña situada un poco más hacia el Norte.

Si queremos visitar esta encina varias veces centenaria lo haremos dejando el vehículo en un camino rural situado en el mismo lado este de la carretera, a unos 50 metros del árbol, desde donde circularemos a pie por la tierra de labor junto a la carretera hasta llegar a la carrasca, evitando así que nuestra visita sea un peligro para la circulación rodada y para nosotros mismos.

Las encinas pueden llegar a vivir mil años o más. Esperemos que muchas generaciones futuras puedan seguir disfrutando de este icono de la llanura manchega, visible en un día claro a varios kilómetros de distancia.

                                                                                                                          

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