Ante una plaza abarrotada de público, Pepe Sánchez, recordó su primera  visita a San Carlos, siendo un niño, junto a sus padres y hermanos, en un día de agosto de intenso calor. El pueblo le impresionó por su belleza, la majestuosidad de la Iglesia, la plaza y la hospedería “con una arquitectura maravillosa que se quedó grabada en mi mente muchos años”. Por este motivo, el pregonero agradeció la labor de conservación de este rico patrimonio y pidió a los lugareños que valoren el lugar por donde pasean, conversan y viven todos los días. “A veces, no damos importancia a lo cercano”, dijo.

Hablaría también de la riqueza gastronómica de San Carlos del Valle donde se produce excelente aceite, además de vino y otros productos como ajo y melones, y confesó admirar el paisaje de un pueblo enclavado al pie de un cerro. “Cuando vas por esa recta carretera de La Solana, y vas viendo el pueblo  su Iglesia sobresaliendo, es algo mágico”.

Pepe Sánchez también subrayaría la importancia de la política municipal “esa política cercana y amable que nada tiene que ver con la nacional  y que permite a los vecinos acercarse al alcalde o cualquier concejal a plantearle o consultarse cualquier cosa. Esta política de proximidad que se hace en los pueblos pequeños para mí tiene un alto valor”.