El 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, es una fecha de reflexión y reivindicación de los derechos laborales a nivel global. Este año, más que nunca, es necesario reconocer la labor fundamental de los profesionales que trabajan en el tercer sector social, cuyas condiciones laborales muchas veces no corresponden a la magnitud de su impacto social. El trabajo social, la salud mental, la atención a personas vulnerables y la integración de comunidades son tareas que no solo requieren de compromiso, sino también de una estructura laboral sólida que apoye a quienes están al frente de estos procesos.
Los profesionales del tercer sector —educadores sociales, trabajadores y trabajadoras sociales, psicólogos, terapeutas ocupacionales, y otros actores clave— desempeñan un papel esencial en el bienestar de los sectores más vulnerables de la población. En tiempos de crisis, como los derivados de la pandemia o las actuales tensiones socioeconómicas o eléctricas, el trabajo de estos profesionales se intensifica. No obstante, la remuneración, la estabilidad laboral y, especialmente, el reconocimiento social de su trabajo no siempre se corresponde con el esfuerzo y la dedicación que requieren estas profesiones.
Uno de los grandes desafíos que enfrentan los trabajadores del tercer sector es la precariedad laboral. A menudo, sus contratos son temporales, con salarios bajos y sin las garantías mínimas de estabilidad laboral. A pesar de la creciente demanda de sus servicios, las organizaciones no siempre cuentan con los recursos suficientes para ofrecer una retribución adecuada, lo que no solo afecta la calidad del servicio prestado, sino que también pone en riesgo la motivación y el bienestar de los profesionales.
La precariedad no solo es económica. Las condiciones de trabajo también son un factor determinante. La carga emocional y psicológica que conlleva acompañar a personas en situaciones de vulnerabilidad, a veces en contextos de violencia o abuso, genera un alto riesgo de agotamiento y estrés. Sin embargo, las políticas laborales no siempre contemplan los cuidados necesarios para garantizar la salud mental de estos trabajadores.
La atención a la salud mental es crucial en el trabajo en el tercer sector social. Es paradójico que muchos de los profesionales encargados de velar por el bienestar emocional de otros no cuenten con los recursos necesarios para cuidar su propia salud mental. El síndrome de burnout o “agotamiento profesional” es una realidad en el tercer sector. El constante contacto con situaciones de sufrimiento puede generar sentimientos de impotencia y frustración, que si no son atendidos, afectan tanto la calidad de vida del trabajador como la calidad del servicio brindado.
Es imperativo que las organizaciones que gestionan proyectos, programas y servicios en este sector inviertan en el apoyo emocional y salud mental para sus equipos. Ofrecer espacios de formación continua, grupos de apoyo y recursos para gestionar el estrés son algunas de las acciones que deben ser prioritarias. Igualmente, es esencial garantizar que los profesionales del tercer sector cuenten con tiempos de descanso adecuados y políticas de conciliación que les permitan equilibrar su vida personal y profesional.
Este 1 de mayo, más allá de las tradicionales reclamaciones sobre derechos laborales, es una oportunidad para visibilizar el trabajo esencial del tercer sector y exigir un reconocimiento real a los profesionales que lo componen. Las instituciones y gobiernos deben comprometerse a mejorar las condiciones laborales de este colectivo, ofreciendo salarios dignos, estabilidad laboral y un entorno de trabajo que favorezca su bienestar emocional.
Es por ello, que el trabajo en el tercer sector social no es solo un empleo, es una vocación que requiere de recursos y apoyo. Si queremos garantizar una sociedad más justa y equitativa, es fundamental que cuidemos a quienes cuidan a los demás. La dignificación de las condiciones laborales de los profesionales del tercer sector es una cuestión de justicia social. En este Día Internacional del Trabajo, recordemos que la salud mental, el bienestar y la justicia laboral son derechos de todos.
José Antonio Romero Manzanares
Presidente de la Mesa del Tercer Sector de Castilla-La Mancha
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Jueves, 1 de Mayo del 2025
Miércoles, 30 de Abril del 2025
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