Hemos recorrido el antiguo ramal ferroviario Tomelloso-Argamasilla de Alba-Cinco Casas. En la gris, y algo desapacible, mañana de un 30 de abril, la cámara de Oksana Kalashnykova va recogiendo el paisaje de esta línea en la que todavía quedan muchos vestigios de esa historia que comenzó el 15 de enero de 1914 y finalizó en 1985 cuando se cerró definitivamente al tráfico y Tomelloso se quedó sin tren. Una historia en la que el protagonista principal es Francisco Martínez Ramírez “El Obrero” que llevó a cabo una lucha titánica para conseguir una infraestructura que era clave para el desarrollo económico de la ciudad.
El punto de partida es la Estación de Tomelloso, remozada en el mandato de Ramón González, y que hoy acoge, en su planta baja, las oficinas de la Comunidad de Usuarios de Aguas Subterráneas de la Masa Mancha Occidental II, mientras que la planta de arriba alberga en la actualidad la sede de la banda “Unión Musical Ciudad de Tomelloso”. Construida en ese singular y reconocible estilo arquitectónico de muchas Estaciones de Renfe, el edificio es el testigo principal de la historia ferroviaria de la ciudad. En su parte posterior, permanecen esos viejos árboles que se plantaron al mismo tiempo que su construcción.
Justo al lado, el muelle, también remozado, y que hoy día es un espacio multiusos que alberga diversos actos del Ayuntamiento y el tejido asociativo de la ciudad. Del muelle llama la atención su techumbre en madera. En el mismo estilo se reconstruyó la caseta de los servicios que está justo en medio de la Estación y el muelle.
Avanzando por la antigua línea llegamos a Argamasilla de Alba donde encontraremos curiosos elementos. El espacio por donde discurría la vía se ha transformado en un largo paseo muy transitado por los vecinos. Nos topamos con la señal del cambio de agujas, un puente de madera y una construcción en piedra, el llamado ojo de la vía sobre el que iban los carriles de hierro. Hay restos de vía y el paso del tiempo ha hecho mella, tanto en los elementos de hierro, como en las traviesas.
Así llegamos a la Estación, de planta casi cuadrada, a la que no le han dado ningún uso alternativo desde su cierre. Las puertas y ventanas están condenadas y, al contrario que sucede en la Estación de Tomelloso, no hay ningún elemento vegetal cercano al edificio. Algo más adelante encontraremos un puente de piedra.
Entre Argamasilla y Cinco Casas, nos paramos en lo que fue el apeadero de Las Moyas y pocos minutos después llegaremos a Cinco Casas donde vemos la estación cerrada. Varios trenes pasan en los minutos que pemanecemos junto a una estación de una sola planta, pintada en tonos burdeos y añil, que tiene algunas de sus puertas y ventanas selladas
Este recorrido fotográfico lo hacemos justo en un momento en el que la lucha por el tren se ha reactivado y, precisamente, se pide la inserción de Tomelloso, desde Socuéllamos en dirección a Cinco Casas.
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Martes, 6 de Mayo del 2025
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