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Tomelloso

“Mientras alguien nos recuerde”, celebrando la vida y la obra de Charo Jiménez

La sala Beat Wines de Tomelloso acogió un homenaje íntimo y literario a la escritora sevillana, en el que se recordaron sus novelas y se compartieron recuerdos

Francisco Navarro | Viernes, 12 de Septiembre del 2025

“Un escritor nunca muere mientras se recuerda su obra”. Con esa certeza se reunieron este jueves decenas de amigos y lectores de Charo Jiménez, la llorada escritora sevillana fallecida el pasado 2 de abril, en la sala Beat Wines de Tomelloso. El acto llevó por título el de su última novela, Mientras alguien nos recuerde, y fue concebido no como una despedida, sino como lo que Isabel Sánchez —amiga íntima de la autora y promotora del encuentro— definió como “un acto de celebración de su vida a través de sus libros”.

Cuatro novelas, cuatro recuerdos

El homenaje se articuló en torno a las cuatro obras publicadas por Charo: Trampantojo, Ara, como el río, Cenizas y rosas y Mientras alguien nos recuerde. Cada una fue presentada por una de sus amigas más cercana en Tomelloso: Isabel Sánchez, Mari Ángeles Huertas, Nazareth Rodríguez y Carmen Labrador. Compartieron vivencias, anécdotas y la huella emocional y personal que cada título ha dejado en ellas.

Entre lectura y lectura de pasajes escogidos, la sala se llenó de emoción y complicidad. “Queríamos celebrar a Charo como mejor se puede celebrar a un escritor: leyendo su obra”, señaló Sánchez.

Una amistad de raíz profunda

Isabel Sánchez evocó la larga amistad que la unió a Charo desde los tiempos de colegio en el Santo Ángel de Sevilla, cuando compartían sueños adolescentes, primeras ilusiones y cartas interminables. Una relación que sobrevivió a mudanzas, silencios y reencuentros, y que en Tomelloso encontró un puente literario: aquí Charo Jiménez presentó todas sus novelas desde Trampantojo en 2016, siempre con un guiño de cariño hacia la ciudad.

“A Charo le encantaba Tomelloso, las cuevas, las gachas, nuestras palabras y tradiciones. Si hubiera tenido más tiempo, habría escrito algo sobre esta tierra”, recuerda emocionada su amiga.

Una despedida necesaria

Al homenaje asistieron amigos, amigas y el marido de la escritora. Muchos de ellos, confesó Sánchez, sentían que aún no habían podido despedirse de ella, ya que no pudieron acompañar a la familia en Sevilla. “Necesitábamos tener esta ocasión, y hacerlo como a ella le hubiera gustado: celebrando la vida, la amistad y el amor”.

La huella imborrable

Entre emociones compartidas y páginas leídas, quedó la certeza de que Charo Jiménez sigue viva en sus historias y en quienes la recuerdan. “El grupo de amigas que ella creó sigue adelante, y su memoria también. Porque mientras alguien nos recuerde, Charo estará con nosotros”, concluyó Isabel.