Cinco pases para un viaje sensorial

El menú, elaborado en su exclusivo restaurante con solo 14 plazas diarias y una lista de espera que supera los 6.000 comensales, está compuesto por cinco pases, cada uno con un maridaje distinto de La Casera, que sirvió este pasado fin de semana en la vecina localidad de Villarrobledo. Como aperitivos, ofreció Sobao con crema de queso manchego, anchoa y uvas, acompañado de Tinto de Verano Clásico y Flor de salsa brava con sardina ahumada, maridada con Tinto de Verano con Limón. Como entrante, Gyoza de calamares en su tinta con boniato, servida con Tinto de Verano 0,0. Raviolis de pera con carbonara de anguila ahumada y pistachos, junto a Tinto de Verano Limón 0,0 fue el plato principal. Y de postre, Pavlova de mango con nata, chocolate blanco y almendras, acompañada de Tinto de Verano con Limón.

Cada combinación, explica Morales en declaraciones recogidas por Vinetur, busca “crear una experiencia que combine memoria y disfrute compartido”, jugando con la versatilidad de una bebida que ya forma parte del imaginario gastronómico español.

La Casera, de las mesas populares a la alta cocina

La apuesta de Morales se enmarca en la estrategia de La Casera, marca con más de 75 años de historia, que en los últimos años ha reforzado su compromiso con productores locales de Castilla-La Mancha.

Esta colaboración con la chef manchega supone un paso más en su expansión internacional, que desde 2024 incluye Portugal y Reino Unido, con productos de baja graduación alcohólica y la reciente incorporación del Blanco de Verano.

Un maridaje que reescribe las reglas

Más allá de la novedad, lo relevante de la propuesta de Morales es su capacidad para ennoblecer un producto cotidiano y llevarlo a una mesa de alta cocina sin perder autenticidad. El Tinto de Verano, símbolo de la cultura popular, se convierte aquí en hilo conductor de una experiencia gourmet que dialoga con los sabores de la Mancha y con las técnicas de vanguardia.

Como subraya Vinetur, esta experiencia es “una forma de poner en valor lo cercano y reinterpretarlo con la mirada del presente”. Morales, una vez más, confirma que la innovación no está reñida con la tradición, sino que la engrandece.