Opinión

Una batalla tras otra: Bienvenidos a la América actual

Luis Manuel Serrano Novillo | Martes, 7 de Octubre del 2025
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Aunque no lo parezca, ya comienzan las predicciones sobre qué películas se llevarán el Oscar el año que viene, y es que con tanto festival de cine, uno ya se hace una idea de qué películas ver. El 26 de septiembre ha regresado uno de los cineastas más increíbles de nuestro tiempo, Paul Thomas Anderson, y con una cinta que, a mi parecer, estará en varias categorías de premios: Una batalla tras otra.

Escrita y dirigida por Paul Thomas Anderson, y con las increíbles actuaciones de Leonardo DiCaprio, Sean Penn, Benicio del Toro, Teyana Taylor, Regina Hall y Chase Infiniti, nos trasladamos a Estados Unidos en la actualidad, donde conocemos a Bob Ferguson, un exlíder de un grupo terrorista llamado “El 75 Francés”, cuyo objetivo era salvar inmigrantes. Ahora, debido a la amenaza del coronel Lockjaw y a una caza masiva del grupo, Bob deberá encontrar y salvar a su hija Willa de este peligroso militar.

Creo que nadie esperaba nada de esta película. En su día, cuando vi el tráiler, me impresionó lo poco que contaba, pero si me atrajo fue por su director. Y hay que admitir que PTA tiene películas que han marcado a toda una generación, y como prueba de ello está la magnífica Pozos de ambición, con un espectacular Daniel Day-Lewis.

Paul ha cambiado de género en esta ocasión, metiéndose más en el terreno de la comedia, pero no os preocupéis: no es humor al estilo Marvel o Deadpool. Es humor inteligente, y en parte me ha recordado muchísimo a las películas de los hermanos Coen y un poco también a los hermanos Safdie, sobre todo en su uso de la cámara —aunque ya lo comentaré cuando llegue al apartado técnico—.

No solo es una comedia: hay también toques del cine de los años 70, para muchos la mejor época, cuando se hacían propuestas arriesgadas y originales. De por sí, tiene algún que otro toque western y un poco de blaxploitation; estoy hablando, cómo no, del cine de negros de los años 70, como por ejemplo Shaft o las cintas de Pam Grier.

En lo técnico me parece sublime. La fotografía es perfecta, repitiendo con el mismo director de fotografía que ya trabajó en Licorice Pizza. El manejo de cámara es un acierto, muchas veces siendo cámara en mano en muchísimas escenas, pero también usando el plano secuencia para dar frenetismo. Y si hablo de las persecuciones, están rodadas de manera increíble: la cámara sigue a los coches o, en ocasiones, utiliza la primera persona y crea planos de carretera muy cuidados.

En cuanto a la banda sonora, Anderson repite con Jonny Greenwood, exmiembro de Radiohead, y ofrece unos acordes muy delicados con toques de piano que son simplemente maravillosos, tanto que más de uno querrá escucharlos en bucle.

Respecto a las actuaciones, si bien la película se ha vendido como una en la que sale DiCaprio, es más bien una peli coral. Leonardo DiCaprio está muy bien y tiene un papel con el que no paras de reírte cada vez que aparece, pero quien de verdad se roba toda la película es Sean Penn. No quiero revelar mucho de su personaje, pero su presencia me ha recordado a lo que vi en su día con Hans Landa, el famoso coronel interpretado magistralmente por Christoph Waltz en Malditos bastardos.

De Benicio del Toro, pese a salir poco —me hubiera gustado que apareciera más—, deja huella y momentazos. De la propia Chase Infiniti, aun siendo su primer papel, su personaje es clave en toda la trama, y le veo un futuro prometedor a esta chica.

Ahora bien, si algo me ha gustado de esta cinta es su crítica social a Estados Unidos. No pretende ser un panfleto, pero es increíble cómo, usando esa comedia ácida y con toques de humor negro, consigue hablar sobre la inmigración y sobre toda esta sociedad supremacista que se dedica a odiarlos y a organizar cazas de brujas.

A mi parecer, y pese a que hace poco se estrenó la nueva película de Ari Aster, esta sí que consigue su cometido y no es un batiburrillo de ideas sueltas al azar e inconexas entre sí. Y mira que la peli dura casi tres horas, pero como en todo momento están pasando cosas, no se hace larga y va como un tiro.

Una batalla tras otra es quizá mi mayor sorpresa en lo que va de año. Algo me dice que entrará en categoría de premios. Es una película original, con un guion inteligente, y es cine que ya no se hace, al menos que yo recuerde. Todavía quedan muchas por ver, pero quizá, junto con Sirat y The Brutalist (que es del año pasado), sea la mejor del año.

No sé a qué estáis esperando para ir al cine a verla, porque os prometo que no os vais a aburrir.

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