“¿Ves la gloria del mundo?/ Es gloria vana/ nada tiene de estable/ “todo se pasa”
Santa Teresa de Jesús
Es impresionante comprobar como
la Santa, así conocida en su tierra natal, Ávila, sigue teniendo un eco
evangelizador que perdura hasta nuestros días. Hoy celebramos su festividad.
Santa Teresa de Jesús es la santa de los escritores, ha sido proclamada Doctora de la Iglesia por el Pontífice Pablo VI en 1970. Es una de las grandes místicas de la literatura española junto con San Juan de la Cruz, fundadora de diecisiete conventos de la Orden Carmelita en las dos Castillas y parte de Andalucía. Y su Libro de la vida es el tercer libro más leído a nivel universal después de la Biblia y el Quijote.
Llama la atención como sigue
haciendo apostolado después de su muerte habiendo pasado cinco siglos de por
medio. No se sabe cuál es el misterio, que quién lee a esta mística, se queda
prendado y desea seguir sus huellas. Tales han sido los casos de las grandes
conversiones como fueron la de la filósofa judía Edith Stein y otras carmelitas
como Santa Teresa de Lisieux.
Teresa de Cepeda y Ahumada nació
un miércoles santo de 1515 en Ávila. Su
padre, Alonso Sánchez de Cepeda, fue un mercader de origen judío converso. Se
casó en dos ocasiones, del primer matrimonio tuvo dos hijos y en el segundo,
con la madre de la Santa, Beatriz de Ahumada, tuvo otros diez hijos.
Fue la primera hija de diez
hermanos y desde muy pequeña ya mostraba una especial predilección por las
lecturas de caballerías y de santos. Tenía una estrecha relación con su hermano
Rodrigo e incluso vivieron la aventura de escaparse de su casa deseando hacerse
mártires. Casi todos sus hermanos fueron militares y marcharon a las tierras de
las Indias.
Teresa era una lectora empedernida, escritora y reformadora. La sociedad del siglo XVI que le tocó vivir no fue nada fácil, la mujer se consideraba inferior, incluso espiritualmente. Además, la Santa tuvo que enfrentarse en algunas ocasiones a la Inquisición por su origen judío converso aunque consiguió salir airosa y librarse de las cárceles.
Los tres pilares que convergen en su vida son su experiencia mística, su vida cotidiana y su estilo literario tal y como han afirmado algunos teólogos. Sus obras cumbres son El libro de la vida, Las moradas que son de índole mística mucho más elevada; Camino de perfección anuncia la buena noticia del evangelio y Las fundaciones, un libro mucho más narrativo sobre sus viajes y peripecias.
Otros escritos son sus miles de cartas destinadas a personajes influyentes de la época y otro gran tesoro por descubrir es su legado poético que está en manos de las hermanas del Carmelo. No era muy normal que una mujer escribiera. Santa Teresa sentía una gran necesidad de hacerlo ya que era el espíritu Santo quien la impulsaba.
En 1562 funda su primer convento
de San José, en Ávila. A partir de ese momento, todos sus conventos llevarán el
nombre de San José ya que fue quién le salvó de la muerte después de tres días
prácticamente en coma. El general de Roma le concede una serie de patentes a
Teresa para ir a fundar monasterios.
La figura de Teresa desprendía un
gran magnetismo dado que era una mujer culta y manejaba la Teología. Otro rasgo
destacable era su misticismo entendido como la conciencia de una presencia
inmediata y amorosa. Haciéndonos conscientes de la presencia de Dios.
Durante su vida se relacionó con
personas influyentes como doña Luisa de la Cerda, quién actuó de intermediaria
para que fundara el convento de Malagón, su tercera fundación. La princesa de
Éboli y la Duquesa de Alba entre otras.
Su legado llegó hasta Roma donde
su recibimiento se puede contemplar en el frontispicio de la Basílica de San
Pedro. Y otra escultura es la de Bernini, que representa “El éxtasis de Santa
Teresa”, en la Iglesia de Santa María de la Victoria, mostrando ese gozo
celestial con el querubín sosteniendo la flecha.
En aquella época, la Santa ya era
reconocida por sus milagros, levitaciones y curas que realizaba en vida, que
muchos describen como taumaturgia. Su última fundación fue en Burgos y después
viajaría a Alba de Tormes, donde murió. En este lugar también fundaría un
convento años antes, en 1571, con otro gran místico, San Juan de la Cruz, de la
Reforma del Carmelo.
Santa Teresa de Jesús fallece el día 4 de octubre de 1582 y al día siguiente pasaron del calendario juliano al gregoriano, por este motivo su fiesta se celebra el día 15 de octubre. Fue exhumada y sus restos se trasladaron al monasterio de Ávila pero el Duque el Alba puso un pleito para que regresara a Alba de Tormes y se quedará de forma definitiva.
En este año 2025 su cuerpo incorrupto quedó expuesto para poder ser venerado por sus fieles. Todo un acontecimiento en la basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen. Indudablemente fue una mujer increíble y andariega que guarda muchas similitudes con otro personaje de su tiempo, ¿quién podría ser?. Me estoy refiriendo a don Miguel de Cervantes ¿y quién sabe si parte del protagonista del Quijote no haya sido sacado de su personalidad?.
Lo cierto es que siguen
existiendo muchas anécdotas y leyendas que corroboran su presencia espiritual y
no son pocas las personas que sienten su protección. Este verano me contaban
unas chicas de Malagón que el convento que fundó, estuvo protegido por ella
durante la Guerra Civil y se escuchaban sus pasos por la noche. Y que las
suelas de la sandalias de la Santa se siguen desgastando.
Para finalizar, les dejo con una bella poesía de Santa Teresa que seguro nos ayudará a reflexionar. Y ¡felicidades a todos los escritores y escritoras!.
“Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa;
Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene nada le
falta.
Solo Dios basta”.
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Miércoles, 15 de Octubre del 2025
Miércoles, 15 de Octubre del 2025
Miércoles, 15 de Octubre del 2025