Que se celebre el 450 aniversario
de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, para toda persona tomellosera
o no, es un acontecimiento de valor extraordinario y muy digno de conocerse. Es
un acontecimiento que podríamos llamar poliédrico, aunque el adjetivo esté demasiado manoseado, por las
facetas numerosas que presenta y que también oculta.
La noticia de la inauguración de
la exposición del patrimonio que da el periodista es de completísima
información, detallada y con fotografías muy elocuentes para entendimiento de
los usuarios que somos de La Voz de Tomelloso. Disfruté mucho con su lectura y
me ayudó mucho su información.
A la vez me llamó poderosamente
la atención las palabras entrecomilladas, por lo tanto textuales, que aporta el
periodista sobre la intervención del párroco de la citada parroquia de Tomelloso y que
literalmente trascribo: «José Ángel Martín (…). El sacerdote lamentó que
“por una mala interpretación del Concilio Vaticano Segundo se perdiera
importante patrimonio en ésta y otras muchas parroquias, pero aún así nosotros
podemos mostrar parte del gran tesoro de la Iglesia de La Asunción y rendir también
nuestro pequeño homenaje al Venerable Ismael de Tomelloso. Lástima que no
contemos con su partida de bautismo que se destruyó”.»
Quiero entender, pero no sé si acierto,
que con la calificación de “mala interpretación del Concilio Vaticano II, se
refiere el presbítero no a todas las conclusiones y al aggiornamento con que lo
denominaba Juan XXIII, cuando quería hablar de la puesta al día de la Iglesia
Católica, para llevar a cabo más fielmente la Misión de Jesucristo.
Quiero entender, pero no sé si
acierto, que más bien José Ángel se refiere a la “Constitución Sacrosanctum
Concilium”, que establece la renovación de la Liturgia de la Iglesia Católica,
donde de un modo amplísimo y detallado analiza y ordena los pertinentes cambios
apropiados para lo que el Concilio Vaticano II en su totalidad orientaba.
Quiero entender, pero no sé si
acierto, que el sacerdote cuando se refiere al “importante patrimonio” perdido
conoce perfectamente a qué objetos, elementos o riqueza material se refiere y
que por lo tanto no ignora sus descripciones escritas y documentadas, contextos
o fotografías.
Quiero entender, pero no sé si
acierto, que el clérigo no pretende hacer responsables a los sacerdotes Esaú de María, Tomás y Leopoldo Lozano y los
subsiguientes sacerdotes que los hemos sustituido y junto a ellos gran cantidad
de personas de la misma parroquia intervinientes en esos mismos cambios.
Quiero entender, pero no sé si
acierto, que, desde luego, no hace el párroco responsable también a la “mala
interpretación” de la desaparición de la partida de bautismo del Venerable Ismael
de Tomelloso, cosa que da a entender al nombrar la ausencia en el mismo contexto
de su afirmación anterior. Cualquier mujer u hombre de Tomelloso conoce la
razón de su desaparición.
Este escrito mío se debe a que durante los años 1990-1994
(todavía existían restos de la Reforma Litúrgica) fui
“Párroco In Solidum” de la parroquia de la Asunción de Tomelloso y de
algún modo me he sentido aludido con la afirmación descrita y analizada.
PD: Soy Joaquín Patón Pardina.
Sacerdote secularizado con Rescripto del Vaticano, Congregatio pro Clericis de fecha 9 de mayo de
2006 con número de protocolo: N.2006 0407/S.
Estoy Licenciado en Estudios
Eclesiásticos por la Universidad de Comillas en Madrid, con título reconocido
por la Conferencia Episcopal Española y el Ministerio de Educación. Profesor de
Filosofía.
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Lunes, 27 de Octubre del 2025
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