Un viaje decisivo por cuatro ciudades

Entre 1947 y 1964, Claudio Rodríguez transitó desde la adolescencia a la madurez en un itinerario vital y creativo marcado por Zamora, Madrid, Nottingham y Cambridge. Este periodo quedó reflejado en dos obras clave, Don de la ebriedad y Conjuros, que condensan los aprendizajes y crisis que definieron sus etapas formativas.

Material inédito y primeras ediciones

El Seminario Permanente Claudio Rodríguez ha reunido para la muestra un conjunto excepcional de documentos: manuscritos, primeras ediciones, dibujos, cuadernos, fotografías y correspondencia inédita. En este corpus destacan las misivas de Francisco Brines a José Olivio Jiménez, aportadas por Tomelloso, que permiten situar al poeta dentro de una constelación crítica y afectiva determinante para comprender su evolución literaria.

Un diálogo intelectual abierto

Las cartas revelan un diálogo vivo entre algunos de los autores más influyentes de la posguerra española y muestran el horizonte de lecturas, afinidades y dudas que marcaron la sensibilidad poética de la época. Su presencia en Zamora contribuye a enriquecer el relato expositivo y aporta una mirada íntima al ambiente literario en el que se movía Rodríguez.

El legado de Dionisio Cañas

La concejala de Cultura, Inés Losa, ha subrayado que “el importante legado de Dionisio Cañas y José Olivio Jiménez ha empezado a moverse y ser un referente en el ámbito cultural vinculado a la historia de la literatura en España”, destacando que la solicitud de Zamora es un ejemplo de ello. También ha recordado que el Ayuntamiento trabaja en el inventariado, estudio y difusión del material donado por Dionisio Cañas, hijo predilecto de la ciudad, en 2022.

Una ocasión única

La exposición permanecerá abierta del 24 de octubre al 14 de diciembre de 2025 y cuenta con el patrocinio de la Junta de Castilla y León, la Fundación Jorge Guillén, la Biblioteca Pública de Zamora y la Fundación Caja Rural. Un recorrido que permitirá al público acercarse al poeta y al tejido humano y literario que dio forma a dos de sus libros esenciales, reafirmando la relevancia del patrimonio documental custodiado en Tomelloso.