Una vez que pasen los fastos navideños, quedará año y medio de recorrido a la actual Corporación. Y dieciocho meses en política se pasan en un suspiro. A la Actual Corporación solo le resta por organizar una feria (la siguiente ya será compartida entre el Ayuntamiento saliente y el entrante) aprobar dos presupuestos y gestionar esos fondos europeos conseguidos, más de diez millones de euros, para acometer un cuadro de inversiones que marcarán la gestión del equipo de gobierno de Javier Navarro. Una de las más avanzadas es la Casa de las Letras y las Artes.

En ese horizonte electoral que se avecina jugará también un papel importante la planta de biometano que, de momento, ha encontrando tantos defensores como detractores, la lucha por el tren, que seguirá  latente a pesar del último varapalo recibido y, por supuesto, lo que más toca la fibra sensible de los ciudadanos; la sanidad. El reto de mejorar el hospital debería unir a las distintas fuerzas políticas, por encima de ideologías e intereses partidistas.

En fechas tan entrañables, y retomando el titular de este artículo, lo más inmediato que viene es un nuevo centro comercial a la ciudad.  La llegada de una gran superficie siempre es una buena noticia, al margen del impacto que pueda provocar en otras  instaladas desde hace tiempo y en el pequeño comercio que, por cierto, luce espectacular en estas fechas y hay que elogiar el inmenso trabajo de comerciantes y autónomos por mantener en pie sus establecimientos. Los comerciantes luchan contra gigantes con sus herramientas del trato personalizado, atención y el mejor asesoramiento. 

A Tomelloso le llega también un nuevo hotel, el que Anro construye en la Plaza del Arciprestre que podría estar concluido la próxima primavera y una cooperativa, Virgen de las Viñas, de mayor tamaño tras el proceso de fusiones acometido por una entidad que sigue creciendo de forma imparable.