Santa Cecilia arrancó con una  conocida obra de Tchaikovsky. El nivel siguió subiendo en la interpretación de complejos temas como Fantasía, Sandpaper ballet, en éste, tres músicos y una joven espectadora frotaban el papel de lija al ritmo que exigía la pieza y el público les premio con numerosos aplausos. Como explicaba la directora, "música se puede hacer con cualquier cosa". Siguieron con Wiener Walzer Medley, Sleigh ride  y la banda sonora de la maravillosa película The Polar Express. La primera parte concluiría con los temas Santa Claus is comin' to Town  Danubio azul que fueron interpretados magistralmente.

El concierto cambiaría de revoluciones en la segunda parte con la interpretación de los conocidos villancicos; Ande, ande; El burrito sabanero, Campana sobre campana, Feliz navidad, Pero mira como beben, Rudolph, Jingle bell rock, el famoso; all i want for Christmas y la  Marcha Radetzky, de Johan Strauss, que tradicionalmente cierra el concierto de fin de año en Viena y que, por tanto, tiene un marcado acento navideño. El público acompañó con palmas la mayoría de los temas y la directora bajó a la platea para animar al respetable a cantar. Unos entonaban mejor que otros, pero todos contribuyeron a pasar un momento divertido.

Como propina la banda ofreció otro villancico tradicional, Arre borriquito, y fue el broche a una actuación en la que Marta Baños agradeció el trabajo de sus músicos en estas entrañables fechas y durante todo el año con su presencia en Romería, Semana Santa, Feria, Fiestas de barrio o con motivo de Santa Cecilia. También lo agradeció el público con una larga ovación final.